Tras una convocatoria de distintos grupos comunitarios, miles de personas salieron este sábado a las calles de la ciudad para reiterar su rechazo al abuso policial. Si bien la marcha parecía estar tranquila, nuevamente los roces entre oficiales y activistas fueron protagonistas, al punto que los uniformados tuvieron que lanzar gases lacrimógenos para dispersar la multitud y así evitar nuevos desmanes.
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