Una vocera de la empresa Teco, encargada de suministrar gas en varios establecimientos de la zona, relató que minutos antes de la detonación los dueños de un restaurante llamaron para notificar sobre lo que se percibía en el ambiente. Por su parte, la policía aún no ha determinado oficialmente las razones de lo ocurrido.

Tras la decisión de la Corte Suprema de devolver el caso a tribunales inferiores, el presidente anunció que buscará añadir el interrogante a través de una orden ejecutiva o memorando. Asimismo, el fiscal general William Barr señaló que ve una vía legal que permita al gobierno hacer realidad dicha propuesta.

Decenas de personas se dieron cita frente a las oficinas del Departamento de Motores y Vehículos de California para protestar por las supuestas actuaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en las que estarían utilizando bases de datos de licencias para manejar estatales para aplicar tecnología de reconocimiento facial e identificar a inmigrantes. “Se pone en peligro la seguridad de los indocumentados”, señaló Juan José Gutiérrez, de la coalición 4 de julio.

“Me he perdido del nacimiento de mis nietos, de las graduaciones de mis hijas”, añadió Francisca Lino, quien se ha refugiado en una iglesia metodista para evitar la deportación. Varios funcionarios y líderes comunitarios se reunieron en el lugar para expresar su respaldo a la hispana.

Ernesto Herrera estaba en un gimnasio cercano a donde se produjo la explosión junto a toda su familia. Sus hijos estuvieron perdidos por varios minutos hasta que él, quien es bombero, consiguió sacarlos del edificio.

El hispano de 22 años de edad fue encontrado en las aguas del río Chicago el pasado 2 de julio, luego de haber sido reportado como desaparecido. Familiares y amigos le dieron sepultura en la tarde de este 8 de julio.