Aún recuerdo que a los catorce años, aproximadamente, mi dentista me condenó, así lo sentí yo en ese momento, al uso de aparatos o brackets para emprolijar mi mordida. En aquellos días, a las adolescentes no nos gustaba usarlos, nos era incómodo y hasta sentíamos que hablábamos mal. Resultado: la verdad nunca los usé como era debido; cuando salía de mi casa, y a escondidas de mi mamá, me los sacaba ni bien ponía un pie en la calle.

Una vez que nos convertimos en madres, nuestra vida cambia radicalmente. Toda la atención, tiempo y esfuerzo se dirigen hacia el o los hijos dejando así poco a poco que nuestra salud y cuerpo cobren la factura al verse descuidados.

Es normal sentirse nerviosa y hasta un poco tímida para compartir la noticia de tu primera menstruación con tu familia. Recuerda que el período es una etapa natural en la vida de las mujeres y no tiene por qué incomodarte al hablar de ello.

¿Alguna vez tuviste taquicardia? Es muy probable que así sea. A grandes rasgos la taquicardia se trata de una aceleración que incrementa la frecuencia cardíaca. El ritmo cardíaco es más veloz que el normal poniendo al corazón a trabajar de forma más intensa y en ciertos casos, puede ser muy peligroso.

¿Sacrificas cualquier cita por tu hora de gym? ¿Te sientes sumamente irritada el día que no puedes ir a la clase? Ten cuidado: puedes estar al borde de una vigorexia.

Algunas de las escenas más divertidas del cine nos han llegado de la mano de hombres que calzaban zapatos de tacón. La dificultad para caminar subidos a ellos nos da una leve idea de lo antinatural que resulta para nuestro cuerpo la postura a la que nos obligan.