Son muchos los padres que sienten que educar es una tarea mucho más complicada de lo que se imaginaban antes de emprender la aventura de la paternidad. Además, la tarea de educar a un hijo jamás se mantendrá ajena al contexto social y temporal en el que toca vivir.
¿Educar a los hijos es complicado?


¿Alguna vez has sentido que educar a tus hijos es una tarea complicada? A continuación te explicaré algunos de los motivos que hacen que te sientas así.
Cambios sociales y la tecnología
De una generación a otra se generan muchos cambios, por eso los padres viven grandes diferencias desde su infancia a la que protagonizan sus hijos, sobre todo por las tecnologías y los cambios sociales.
Por ejemplo, un padre actual necesita entender y tener un mínimo de conocimiento sobre las nuevas tecnologías para poder comprender el mundo de su hijo (la vida en Facebook, los grupos de Whatsapp...etc).
Las nuevas tecnologías están marcando un antes y un después en las relaciones entre las personas de nuestra sociedad actual.

Venimos sin manual
Las personas venimos sin manual ni tampoco instrucciones, e igual que tú viniste al mundo sin él, tus hijos tampoco. Ningún hijo es igual a otro y cada uno necesitará una forma de actuar diferente que sólo se conocerá con paciencia, conocimiento y cariño.
Por eso, podrás encontrar muchos libros para padres con instrucciones para la educación de tus hijos y aunque te puedan servir de orientación, de la teoría a la práctica siempre habrá un salto grande.
Querer hacer siempre todo de la mejor manera puede volverse además de una obsesión de un riesgo en la educación, pero no se puede exigir algo que no está acorde con las capacidades o la edad de los pequeños.
Además que el perfeccionismo desmesurado también puede llegar a ser algo inhumano, se debe actuar acorde a las circunstancias y a la madurez del momento. Y recuerda algo importante, errar es humano, y de los errores se aprende.

Con prisas todo el tiempo
Nuestra sociedad se basa en la prisa, en no tener tiempo para nada y en ser competitivos. Vivir concentrados en los resultados no ayuda a educar adecuadamente a los hijos, puesto que la educación emocional es mucho más que esto.
El trabajo, la familia y conciliar diferentes ámbitos de la vida puede hacer que como padre a veces te puedas sentir algo agobiado, sin encontrar la tranquilidad necesaria para pensar qué es lo que realmente importa.
Hay que tener cuidado de no caer en la sobreprotección de los hijos ante el deseo de protegerles de todo sufrimiento. Recuerda también que el tiempo con los hijos no se compra con regalos materiales. Intenta sacar el tiempo necesario para estar con tus hijos, recuerda más vale calidad en el tiempo que cantidad.









