El enfrentamiento comenzó cuando un grupo de manifestantes pidió marchar hasta la Asamblea Nacional en protesta por las decisiones del Tribunal Supremo venezolano. Pero las autoridades desplegaron un fuerte dispositivo de seguridad que impidió el avance de los manifestantes.

Dos hombres y una mujer irrumpieron en la sala de monitoreo del lugar y, a patada limpia, sometieron a los empleados. Uno de ellos logró escapar y alertar a las autoridades.

Las víctimas, entre ellas varios niños, quedaron tendidas en el suelo con la boca abierta y cubierta de espuma, sin apenas poder respirar. Hay decenas de muertos y cientos de heridos.

Los albergues de la zona están repletos de niños sin padres que necesitan agua, comida y pañales. Según las autoridades, ningún menor será entregado a quienes lo reclamen sin una prueba de ADN.

Los vecinos aseguran que es el espíritu del joven quien provoca estas interferencias. Francisco Cobos pasó por esta calle para comprobar qué sucede. La grabación te pondrá los pelos de punta.

El modelo que está presentando el fallo es el F-250, de 6.2 litros y que fue fabricado en una planta de Kentucky a partir del 2015. La empresa dice que no se han reportado accidentes.