La televisión ha sido y es parte de nuestra vida, pero cuando impide el sueño de los niños se vuelve un problema. ¿Cómo incide en el sueño el ver televisión antes de ir a dormir? Descúbrelo ahora.

Alissa Sizemore es una niña de 8 años que vive en Utah, Estados Unidos. Su historia es sin duda una de coraje y valentía.

Nuestros hijos viven en una era en la que lo del mes pasado ya se olvidó, viven para el próximo blockbuster, y aunque muchas de sus películas favoritas también a nosotros nos encantan, a veces es bueno romper con la monotonía y ver en familia filmes “viejitos” (de nuestras épocas) que nos hayan marcado de forma especial cuando crecimos. De estas películas clásicas, varias no sólo me marcaron a mi, sino a muchos de mis amigos y familiares, desde el escritor que aprendió a cambiar el pasado con Volver al futuro, y la viajera empedernida inspirada por Peter Pan, hasta el filósofo que comenzó a cuestionarse el significado de las cosas con La historia sin fin. Cada quien puede tomar distintas cosas de estos imperdibles filmes que harán que tus hijos abran los ojos a otro tipo de historias: 1. La historia sin fin (The Neverending Story): Esta película marcó a mi generación entera, sólo escribir sobre ella hace que la quiera volver a ver. La primera vez que presencié un verdadero duelo y dolor por la muerte fue cuando Atreyu perdió a su caballo. Me sentí mal con él, sentí ese vacío existencial al pensar por primera vez en la nada, pero más que nada, el ver cómo leer un libro le da nueva perspectiva a tus problemas personales me convirtió en una ávida lectora. 2. La novicia rebelde (The Sound of Music): Este clásico es imperdible, pocas películas son tan importantes para tantas generaciones, hace que todos queramos formar parte de una familia de cantantes. Pero el tema que quiero enfatizar, muy al contrario de la nada, es la esperanza, como aún en las circunstancias más difíciles podemos encontrar algo positivo, como hacer lo mejor con lo que tenemos (incluso vestidos de cortinas). 3. Un equipo muy especial (A League of their Own): No voy a mentir diciendo que me interesé por los deportes después de ver esta película, pero si logró inspirarme para querer ser auto-suficiente en mi adultez, a ser independiente y a reconocer el apoyo de mis amigas más queridas. Creo que es una película que rompió límites, muestra mujeres fuertes, haciendo deporte, y no con el amor como primer interés en sus vidas… ¡Qué gran ejemplo! 4. Volver al futuro 2 (Back to the Future 2): Siempre me llamó la atención todo lo futurista, pero la idea de que todo lo que hacemos tiene consecuencias fue lo que me atrajo más. El mensaje es muy bueno, hay que enfrentar nuestros miedos, pero tampoco debemos dejar que los demás influyan en nuestra conducta (que no nos afecte que nos llamen “gallina” o lo que cada uno piense que es inaceptable oír). 5. La sirenita (The Little Mermaid): Obviamente la música, la belleza de la animación y la historia de amor son suficientes para hacer que esta película trascienda cualquier infancia; pero la idea de no conformarse con lo que uno conoce me atrapó, alguien con espíritu explorador, con curiosidad por saber de todo y de todos. 6. Peter Pan: Me identifiqué mucho con Wendy, siendo la hermana mayor, atrapada entre ser niña y un adulto responsable, me encantó que tuviera la oportunidad de escapar pero acabara siendo la mamá de los niños perdidos, no podía escapar de ella misma y decidió enfrentar su realidad y tomar control de su propia vida. Ella era alguien cercana a mi edad que podía admirar. 7. El jardín secreto (The Secret Garden): Una historia que empieza con misterio y termina con amistad, me encantó que toca el tema de hacer posible lo imposible—resucitar un jardín muerto, hacer que un niño considerado enfermo y débil camine, devolverle la sonrisa a una niña huérfana, acercar a un padre con su hijo. 8. E.T. : Este hermoso filme clásico me enseñó que el enfrentarnos a lo desconocido saca lo mejor o lo peor de nosotros. Vi a ese pequeño niño que va en contra de todos para salvar a un nuevo amigo como a un héroe al que quería imitar.

El sueño de todo estudiante haragán, es que alguien más resuelva sus tareas sin el más mínimo esfuerzo. Y ahora, copiar al compañero de banco o apelar a costosos profesores particulares será totalmente innecesario, con una aplicación que con tan solo tomar una fotografía, te dará la solución.

Dicen que andar en bicicleta es algo que nunca se olvida pero, ¿cómo se aprende? Sigue estos tips para enseñarle a tu hijo a andar en bici sin rueditas: Para empezar, elige el modo en que vas a enseñarle, pues hay dos. El método tradicional demanda tener cierto estado físico porque debes correr semi agachado sujetando el asiento de tu hijo mientras anda en bicicleta y luego, cuando ves que ha encontrado el equilibrio, lo sueltas. El recuerdo de estar en la bicicleta con tu papá detrás y de repente encontrarte andando solo es fantástico. Claro, los mayores tropiezos se dan en ese momento, cuando te das cuenta de que tu padre te ha soltado y es ahí cuando pierdes el equilibrio. Si por el contrario prefieres que antes que nada tu hijo aprenda cómo equilibrarse sólo sobre una bicicleta, quizás prefieras el segundo método que consiste en retirar los pedales y hacer que tu hijo impulse la bici con sus pies. Luego de repetir el ejercicio varias veces, llévalo a un lugar con pendientes en bajada para que se impulse solo y pueda avanzar mayores trayectos con los pies en el aire. Colócale los pedales cuando veas que ya mantiene bien el equilibrio y ¡sorpresa!: Ya estará listo para bicicletear. La contra de este último método es que—si bien el niño aprende a sostener el equilibrio a su propio ritmo—no es tan divertido como el primero y puede resultar mas tedioso. Una vez que tu pequeño ciclista ha aprendido a pedalear manteniendo el equilibrio, seguramente tendrá un par de caídas. Es importante que las minimices y lo incentives a seguir intentándolo. Cuéntale que tú también te caíste varias veces hasta que aprendiste a andar bien y que cada tropezón valió la pena, pues andar en bicicleta es muy divertido. Si no quiere seguir ese día, en otro momento sugiérele la idea de andar juntos por un nuevo sendero. Explícale también que para evitar caídas, un buen recurso es girar los manubrios de la bicicleta en dirección a donde siente que va cayendo. Es decir, si siente que va a caer hacia la izquierda debe girar los manubrios a la izquierda o viceversa. Por último, es importante que, para evitar lesiones, equipes a tu hijo con casco, rodilleras y un calzado con suficiente apoyo antideslizante. Cerciórate también de que la bicicleta sea acorde a su talla. Tu hijo debe ser capaz de apoyar en el piso la parte superior de la planta de sus pies y el manubrio no debe quedarle por encima de los hombros. La mejor edad para aprender a andar en bicicleta sin rueditas ronda los 5 años. ¿Tú ya le has enseñado a tu hijo?

Si en tu familia algún adulto sufre de alergia estacional, es probable que tus hijos también lo hagan, de manera que es recomendable hacer una cita con el alergista