Ya somos grandes así que podemos admitirlo: nuestros padres nos mintieron. Sí, sí, ellos dicen que lo hicieron “para protegernos” pero nos han estafado desde que éramos chicos, se aprovecharon de todo lo que no podíamos entender. Sus buenas intenciones no justifican que nos ocultaran información importante “por nuestro propio bien”. El mundo es cruel… y ellos también.
10 mentiras que nos dijeron nuestros padres para ocultarnos lo cruel que es la vida

Es tiempo de desenmascarar todo ese engaño que nos alimentaron para que hiciéramos menos preguntas, para que estuviéramos “contentos”. Es momento de traer cada distorsión infame del pasado y esclarecerla. Llegaremos al fondo de todo esto. Así que agarren sus viejas mantitas y peluches que vamos a ponernos nostálgicos… y vengativos.
1. “Estábamos moviendo los muebles”
¿A la una de la mañana? Y nosotros asustadísimos porque temíamos que alguien estuviera lastimando a mamá. Había algo que no cerraba con esta historia porque los muebles siempre volvían a la misma posición. Sin embargo, el sonido de la cama golpeando la pared nos ha perseguido hasta hoy.
2. “Te trajo la cigüeña”

Hay algo muy perturbador en esta historia. Preferimos la versión donde mamá y papá son “jardineros” o algo así. Al menos así se involucraron en el proceso. Hay a algunos de nosotros que incluso nos “encargaron por correo”.
3. “Las vacunas no duelen”

A pesar de que ir a vacunarnos nos libraba de algunas horas de escuela, era un paseo terrorífico que muchas veces nos agarraba por sorpresa. Nada de lo que nos dijeran nos iba a convencer de una realidad básica e innegable: las agujas duelen.
¡Lejos de nuestros cuerpos, agujas!
4. “Eres el niño más lindo del mundo”

Ese orgullo, desmedido y poco realista, suele no tener mucha base en la realidad. Lo aprendimos con mucho dolor… y rechazo.
5. “Y el más inteligente”

A pesar de que la evidencia sigue contradiciendo esto… queríamos creerles.
6. “Ya vas a pegar el estirón”
how_to_punch_a_tall_guy-127904.gif
Pero nunca llegamos a las alturas prometidas. Lo único que “crecía” era nuestra esperanza, ilusa esperanza.
7. “Llevamos tu hámster a una granja”

Pobre Timoteo, parece que hubiera sido ayer. Era nuestro mejor amigo y ¿no nos dejaron despedirnos? ¿Algún día podremos ir a visitarlo? El misterio sigue ahí y el dolor es tan real…
8. “Si estudias vas a conseguir un buen trabajo”

Podríamos habernos ahorrado tantas frustraciones si hubiéramos bajado las expectativas. Realismo, eso es lo que nos tendrían que haber enseñado. Y a conformarnos.
9. “Cuando seas grande, vas a entender”
Cada vez que algo no tenía mucho sentido, esta premisa mágica callaba nuestras preguntas. Éramos como ovejas yendo al matadero… alegre y confiadamente.
10. “Quedate quieto o nos va a parar la policía”

Esto siempre nos hacía sentir como traficantes o criminales en fuga. Con razón hoy miramos a las autoridades con desconfianza.
¿Qué otras cosas te hicieron creer tus padres? ¿Ya has sido engañado "por tu propio beneficio"?
- Quizás por todo esto ahora nos cuesta relacionarnos: 10 cosas que hacemos a diario porque somos antisociales y odiamos a la gente

