La primera infancia debería estar llena de juegos, movimientos y aprendizaje natural mediante la curiosidad, pero en la gran mayoría de los países los niños comienzan la escuela a los 6 años y parte no menor de ellos presente problemas de concentración o conducta.
¿Empezar la escuela un año antes podría ser la solución a los problemas de concentración y aprendizaje? Este estudio tiene la respuesta


Un estudio realizado en Dinamarca determinó que el iniciar la escuela un año más tarde disminuye la aparición de problemas como la hiperactividad y déficit atencional y que recién a los 7 años los chicos están en condiciones de adaptarse bien a las exigencias de la sala de clases.
Los beneficios científicos de iniciar la escuela un año más tarde

Un niño de seis años aún no tiene las herramientas para quedarse quieto por un periodo de tiempo largo y menos mantenerse concentrado en una actividad académica fuera del juego. Aún así se les obliga a hacerlo una vez que llegan a primer grado.
No son pocas las escuelas que transformaron el último año de preescolar conocido como kinder en una especie de primer grado, obligando a niños de 5 años a un comportamiento para el cual carecen de madurez, tal como indica un estudio recién publicado en Dinamarca.
Los investigadores determinaron que el retrasar en un año el inicio de la educación formal disminuye en un 73 % las probabilidades de que un pequeño presente síntomas de hiperactividad o déficit atencional con beneficios que se extienden hasta los 11 años, edad en que generalmente terminan la primaria.
Para llegar a esa conclusión, los expertos en educación revisaron la realidad de Dinamarca, país donde los niños inician la primaria a los seis años y Finlandia, en que los chicos recién se enfrentan a la sala de clases a los siete años. Esos 12 meses hacen una gran diferencia a corto y largo plazo.
Aprendizaje mediante el juego estructurado

Los investigadores que participaron en este estudio y cuyos datos fueron analizados por expertos en educación en Dinamarca, Estados Unidos, Australia y Canadá entre otros países, coinciden en las ventajas de atrasar el inicio de la primaria en un año.
A inicios de este 2015 en Estados Unidos se publicó una investigación que, además de indicar que los niños no estaban listos para comenzar la primaria a los cinco años, edad que se utiliza en dicho país, este ingreso temprano iba en contra de un buen aprendizaje.
Los cerebros de los niños de 5 años no tenían la madurez para soportar presión académica, pero si se beneficiaban de educación basada en juego estructurado y libre de evaluaciones y que a largo plazo los prepara mejor para las exigencias de la escuela.
En Finlandia, país tomado como ejemplo para determinar que la escuela debe comenzar a los 7 años y antes de esa edad los pequeños acceden a educación preescolar basada en su etapa de desarrollo. Ambos factores serían responsables del mejor rendimiento de los niños finlandeses.

Los niños finlandeses mostraban mejor autocontrol y predisposición para prestar atención, lo que les beneficiaba a la hora de aprender habilidades básicas como leer, escribir y matemáticas, lo que se extiende durante primaria y secundaria.
Otro beneficio interesante de empezar la escuela una vez que los niños ya están más maduros, es la capacidad para manejar el estrés y el ser evaluados lo que se aplica tanto a varones como mujeres y que les prepara para el incremento gradual de responsabilidades a medida que avanzan.
Thomas Dee, experto de la Universidad de Stanford en Estados Unidos indica que hasta los siete años los niños deberían aprender mediante el juego y no solo en lo que respecta a los académico sino que también en lo emocional sentando las bases para un éxito futuro.
No todos los niños son iguales y existen pequeños que están listos para la exigencia escolar a los 5 o 6 años, pero las evidencias científicas indican que la mayoría de los chicos recibe grandes beneficios al esperar un año más.
- Ver también: «7 recomendaciones científicas para la educación de los niños»









