Dos poderes públicos enfrentados por la investigación de juicio político que lanzó la Cámara de Representantes al presidente Trump. Nadie se mueve de su posición y la Constitución no dice nada sobre cómo resolver el impasse, el primero desde 1974 en los días álgidos del caso Watergate.

El representante a la Cámara por Nueva York Adriano Espaillat aseguró que el principal objetivo de un eventual juicio político contra el presidente sería proteger al voto de los estadounidenses de ser afectado por un poder extranjero "como fue en las pasadas elecciones en el caso con Rusia". En ese sentido, insistió en que Trump "intenta involucrar a otro país, en este caso, Ucrania" en los próximos comicios.

El congresista por Nueva York Adriano Espaillat aseguró que la negativa de la Casa Blanca a colaborar con la indagación para un posible juicio político busca evitar que los testigos acudan a los comités revelen información. También indicó que la investigación gira sobre tres ejes principales: la seguridad nacional, un presunto abuso de poder y la transparencia de las elecciones de 2020.

El precandidato demócrata aseguró que Trump "ha violado su juramento a la presidencia y traicionado a la nación". Por su parte, el actual mandatario insistió en que no ha hecho nada inapropiado y sostuvo que la campaña de Biden está cayendo en las encuestas.

El equipo legal del presidente Donald Trump asegura que la Cámara de Representantes está tratando de "anular" el resultado de las elecciones de 2016 mediante un procedimiento que considera incostitucional. El Congreso aseguran que el mandatario "tendrá que rendir de cuentas". Lee aquí los argumentos de la Casa Blanca.

La Casa Blanca advirtió en una carta que no cooperará con la investigación contra Donald Trump. Y a través de un comunicado, la presidenta de la Cámara Baja respondió que la postura del presidente es “un intento de cubrir su traición a nuestra democracia”, y que sus acciones son una amenaza a la seguridad nacional.