Las secuelas abarcan desde tos, dolor en el pecho o ardor transitorio en los ojos hasta otras más graves como neumonía o hasta ataques al corazón.

Las autoridades han informado que no será hasta el próximo 30 de octubre que se controlen lo suficiente las llamas de este siniestro, que solo ha sido contenido en un 6% pese a los esfuerzos de más de 900 bomberos durante la última semana. Por ahora se contabilizan 33,312 acres consumidos por el fuego.

Cifras del Laboratorio de Aplicaciones de Satélites Ambientales (LASA) de la Universidad Federal de Río de Janeiro indican que el fuego ya ha devastado el 15% de las casi 14 millones de hectáreas que abarca esta área y está afectando a toda su fauna silvestre en la que hay especies en peligro de extinción.

Las voraces llamas arrasan con todo a su paso y ya han consumido unos 33,000 acres de terreno en las montañas de San Gabriel, donde se cumplen ordenes de evacuación para evitar pérdidas humanas. Muchas familias ya han alistado los objetos de valor, recuerdos y documentos que se llevarán en caso de tener que salir de sus viviendas. Hasta este domingo solo se ha logrado contener el 6% del incendio.

Las llamas siguen arrasando con todo a su paso a pesar del trabajo continuo de miles de bomberos en los estados afectados. Se reportan más de 30 muertos, pérdidas económicas millonarias y cientos de familias evacuadas. Se mantienen activas las advertencias por la mala calidad del aire por el humo y el incendio de la vegetación. Ver más de esta noticia.

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