La fecha límite es este jueves 5 de octubre, día en el que las autoridades de migración deben tener el dinero y los documentos de los dreamers que llevaron a cabo el proceso. Beneficiarios y defensores del programa se reunieron en la Universidad Internacional de Florida (FIU) para discutir opciones que faciliten los trámites.

Este jueves 5 de octubre vence la licencia de unos 154,000 beneficiarios y la entidad enfatiza en que no se pueden quedar por fuera del programa. El Departamento de Seguridad Nacional informa que por lo menos 48,000 beneficiados aún no han enviado documentos.

Diversas organizaciones brindaron talleres y ayuda económica a dreamers, pero aún así, un sector de esta población no ha actuado. Las consecuencias de no renovar podrían ser muy graves. Estos jóvenes estarían en riesgo de una deportación.

Si bien el plazo vence el 5 de octubre, los formularios deben ser enviados a más tardar el día antes, porque de lo contrario los dreamers perderán el amparo de sus deportaciones y el permiso de trabajo.

El congreso de Estados Unidos aprobaría una alternativa que establecería el destino para los 800,000 jóvenes que se benefician del programa. Además, este 5 de octubre se vence el plazo para que los dreamers reanuden su permiso.

Los invitados a la cena para hablar de los 800,000 jóvenes beneficiados por el programa fueron los representantes Kevin McCarthy de California, Bob Goodlatte de Virginia y los senadores John Cornyn, David Perdue y Tom Cotton. El presidente dijo que también está dispuesto a negociar con demócratas sobre la medida, cuyo plazo de renovación termina este 5 de octubre.