Creemos que la ciencia es capaz de resolver todas nuestras preguntas, pero pese a siglos de avances y descubrimientos, la comunidad científica aún no es capaz de explicar fenómenos que son propios del día a día, tal como estas 7 simples cosas.

Que Nikola Tesla fue alguien muy adelantado a su época, nadie lo puede dudar ya. Que su nombre se asocia a conspiraciones, intrigas y tecnologías casi místicas, también es una realidad. Ahora bien, dentro del peculiar mundo del inventor, ¿podría ser que sus enormes conocimientos proviniesen de un contacto extraterrestre? Veamos qué dice su biógrafo.

Es conocida en el mundo de la psiquiatría como el síndrome de Capgras en honor al psiquiatra francés que describió esta enfermedad por primera vez en 1923, Joseph Capgras. Su síntoma fundamental es un comportamiento paranoide bien específico donde la persona cree firmemente que sus seres queridos no son ellos, sino que han sido suplantados por dobles.

El calor es mucho más que incomodidad corporal y afecta al mundo de diversas maneras, algunas muy sorprendentes.

En una carta recientemente subastada y adquirida por la nada despreciable cantidad de unos 85 000 dólares escrita en 1954 por Albert Einstein y dirigida a su amigo y colega David Bohm, el célebre físico ironizaba: «si Dios creó el mundo, su preocupación principal ciertamente fue hacer que no fuese fácilmente comprensible para nosotros». Y es que aún hoy, con todos los avances científicos, hay decenas de misterios de la física que están por resolver, y no parece que tengan sencilla solución. Vemos algunos.

Todos sabemos que los dinosaurios se extinguieron hace aproximadamente 60 millones de años. También sabemos que estas fascinantes criaturas dominaron la cadena alimenticia durante el período Jurásico que comenzó hace unos 600 millones de años. Pero una investigación reciente revela algo que hasta el momento era desconocido: los factores que facilitaron el florecimiento de los dinosaurios al comienzo del período Jurásico.