Un juez federal en Seattle, Washington, determinó que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha fallado constantemente al notificarles a los inmigrantes sobre la fecha límite para que presenten sus solicitudes de asilo.

A partir de ahora los inmigrantes que llevan más de un año en el país y no pidieron asilo porque el gobierno no les dijo que lo hicieran, tienen un año de plazo para llevar y enviar los formularios al servicio de inmigración y que un juez decida sus futuros en Estados Unidos.

Esta es la quinta vez consecutiva que se organiza este éxodo, pero este año es el más masivo. La mayoría de personas son ciudadanos de Honduras que huyen de las pandillas, la falta de empleo e incluso denuncian que abandonan su país por persecución política. Estas personas esperan llegar a la frontera con EEUU, cruzar juntos, esperar que los detengan las autoridades policiacas y solicitar asilo.

Rafael Alejandro Abarca huyó de su país tras haber sufrido un atentado, pero lleva más de dos años detenido. El hombre tenía un negocio en Uruapan, Michoacán, y cuando se negó a pagar una cuota mensual para su protección fue emboscado. Herido llegó a EEUU en busca de asilo político, pero se lo negaron. Según expertos, el error que cometió al entregarse, aún sin tener un récord criminal, fue haberlo hecho sin un abogado.

Más de 20,000 personas cruzaron ilegalmente la frontera norte de EEUU en 2017 para buscar asilo en ese país, según un reporte de la agencia Reuters.

Un juez aprobó la petición de asilo para la inmigrante guatemalteca Emilu Celis Lara, quien llegó hace tres años a Estados Unidos huyendo de la violencia por parte de su esposo, quien la amenazó de muerte.