Hay polémica entre la policía de Dallas y una jueza por la reducción de fianza a Julio Guerrero, quien es acusado de tres crímenes: el homicidio de un hombre, de disparar a una niña de tres años en un caso de ira tras el volante y de disparar contra oficiales de la policía de Dallas.

El asesinato ocurrió afuera de un restaurante de hamburguesas donde tuvo su última cena y, ahora, el dueño del restaurante está buscando a la familia de la víctima para ayudarlos de alguna manera.

Su obsesión era tal que llevó a su esposa un mes antes de dar a luz con un supuesto curandero en Mianwali, Pakistán, quien le insertó un clavo en su cabeza, garantizando que así podría parir a un niño.

La resolución apunta a que fue acusado de asesinato durante una época en la que se acusó a diversos hispanos de ser culpables de varios crímenes, como parte de casos discriminatorios.

Un año después de la muerte del pequeño, las autoridades encontraron como responsable a su padre. La madre celebra justicia para su hijo.

Tras denunciar el suicidio de su novia y una investigación policial, el oficial correccional Luis Antonio Pulido-Esparza es acusado del asesinato.