Los informes preliminares señalan que el oficial involucrado en lo ocurrido atendía un llamado de emergencia por un sospechoso que, al parecer, estaba brincando sobre unos vehículos. Al momento de ser detenido, el sujeto se resistió, sacó un arma y el uniformado abrió fuego en su contra. Este hecho ha generado polémica y protestas de algunos activistas.

El juez que lleva el caso de los exfuncionarios de la policía de Minneapolis implicados en la muerte del afroestadounidense desestimó el pedido de la defensa de que se retiraran todos los cargos; al contrario, ratificó los más contundentes que pueden conllevar a una sentencia de cárcel por muchos años.

El violento arresto fue captado por la cámara corporal de un oficial de la policía de Opa-locka. La ciudad dice que el joven se encontraba bajo el efecto de drogas potentes mientras que su abogado dice que éste sufre de discapacidad mental.

El comentario del senador Don Ipson, republicano por St. George, fue objeto de críticas y reacciones, pero aún así el panel legislativo en el que participaba aprobó por unanimidad considerar la estandarización de los programas caninos de los distintos departamentos de policía de Utah.

Según testimonios, los padres de este hombre llamaron a la policía para pedir ayuda, ya que estaba sufriendo por una crisis de salud mental. Sin embargo, de acuerdo con lo que denuncian, los uniformados que atendieron el caso golpearon al hispano y le propinaron descargas eléctricas que al final provocaron su fallecimiento.

La hispana asegura que un oficial de la Oficina del Alguacil del Condado de Fort Bend la detuvo mientras conducía bajo la excusa de una luz dañada y meses después su hijo también fue detenido con el mismo argumento, pero el auto se encontraba en buenas condiciones. Frente al centro de justicia de la jurisdicción, organizaciones defensoras de derechos civiles denunciaron que el alguacil Troy Nehls realiza un patrón de intervenciones de tránsito motivadas por racismo.