El sargento de la policía, Frank Preciado entabló una demanda contra la ciudad de Los Ángeles ya que alega que ha sido discriminado, acosado y que se le han tomado represalias por ser hispano.

Durante una reunión donde se discute el presupuesto de la policía, varias personas rindieron su testimonio acerca de cómo habían cambiado sus vidas luego de ser víctimas de fuerza excesiva por parte de la policía.

Luego del caso de supuesta violencia policiaca a raíz de un presunto robo de una muñeca en una tienda, miembros de la comunidad y activistas protestaron afuera de una junta de concilio en la ciudad de Phoenix.

Aunque Jeri Williams fue interrumpida varias veces, ella concluyó la reunión al decir que: “No tienen que creerme... al final del día, la prueba está en lo que sucede después de estas reuniones”.

Durante un foro comunitario, Dravon Ames dijo que no entiende el uso de la fuerza de las autoridades. Sobre la reacción de su familia, aseguró: “estamos tratando que mantengan cierta fe en la policía ... porque no todos son malos”.

Tras una investigación, la Oficina Civil de Responsabilidad Policial (COPA) determinó que el oficial Joseph Treacy y el sargento Thomas Derouin actuaron conforme a las normas del departamento cuando le dispararon al afroestadounidense, de 25 años, en el vecindario de Mount Greenwood.