Quiénes ganan y quiénes pierden con el histórico triunfo de Doug Jones en Alabama

Por regla general, tras toda elección quedan bien diferenciados los beneficiados de un lado del espectro político y los perjudicados del otro. En los comicios de Alabama el balance no es tan claro, al punto que hay quienes ganan perdiendo.

Video El baile de las mujeres negras celebrando el triunfo de Doug Jones en Alabama

El triunfo del demócrata Doug Jones en las elecciones especiales para senador por Alabama significó un verdadero terremoto político de alcance nacional, por lo imprevisible del resultado y por las proyecciones que lanza al 2018, cuando el Partido Demócrata espera poder quitar a los republicanos las mayorías que tienen en ambas cámaras del Congreso.

El balance del resultado de la elección, que se vio marcada por las acusaciones de acoso sexual contra el candidato republicano Roy Moore, deja claros perdedores y ganadores (aunque del lado republicano algunos tengan razones para sentirse aliviados con la derrota de uno de los suyos, como reconoció este miércoles en un intercambio con la prensa el presidente Donald Trump)

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Ganadores

Doug Jones: El candidato demócrata logra una victoria épica, acabando con una sequía de 25 años en los que ningún demócrata fue elegido senador. En parte se vio beneficiado por el duro golpe que representó para su rival las denuncias de acoso sexual que hicieron en su contra varias mujeres. Pero también logró movilizar el voto negro del estado, llegando a niveles solo superados por el presidente Barack Obama en su campaña por la reelección en 2014.

  • Partido Demócrata: Los demócratas cierran el año con una racha ganadora (después de triunfar las gobernaciones de Virginia y New Jersey) que les permite empezar 2018 con ánimos renovados y estrategias frescas para tratar de arrebatar las mayorías republicanas en el Congreso. De hecho, una constante que los demócratas ha identificado en las tres elecciones es cómo votantes de zonas suburbanas de clase media han favorecido a sus candidatos luego de que en 2016 ayudaron al triunfo del presidente Trump.
  • Mitch McConnell: El líder de la mayoría republicana se ahorra la llegada de Moore al Senado, una ficha de Steve Bannon, el exestratega jefe del presidente, quien tras salir de la Casa Blanca emprendió una cruzada contra el establishment del Partido Republicano. El objetivo declarado de Bannon es ayudar a candidatos conservadores radicales como Moore a llegar al Congreso y ha dicho expresamente que aspira sacar del cargo a McConnell, a quien considera la personificación del establishment político de Washington.
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  • Partido Republicano: El partido de gobierno refuerza los argumentos a favor de contar con candidatos conservadores moderados que permitan las negociaciones políticas necesarias para garantizar el avance de la agenda legislativa del presidente Trump. Aunque Moore se identificó en la recta final de la campaña como un promotor de esa línea, no todos confiaban en que el exmagistrado de Alabama seguiría la línea partidista, dictada por McConnell, un líder contra quien había enfilado sus baterías.
  • Mujeres acosadas: La historia fue publicada a principios de noviembre por The Washington Post y en ella un grupo de mujeres aseguran que Moore tuvo conductas sexuales “inapropiadas” cuando ellas eran adolescentes. Tras ser desmentidas y hasta atacadas por Moore y sus portavoces, con el triunfo de Jones puede decirse que el relato de las mujeres quedó validado públicamente y al final fue un peso muy difícil de cargar para el republicano. El resultado en Alabama debe complacer a muchas otras que han denunciado a hombres poderosos y particularmente al grupo de mujeres que aseguran que el presidente Trump abusó sexualmente de ellas, antes de que este empezara su carrera política.

Perdedores

  • Donald Trump: En Alabama el presidente pierde por partida doble. Ya le sucedió en septiembre cuando su candidato original, el actual senador interino Luther Strange, cayó ante Moore en primarias. El mandatario solo se puso detrás de Moore cuando vio que la opción demócrata ganaba terreno tras el estallido del escándalo sexual. El presidente ganó las presidenciales en ese estado en noviembre de 2016 con una diferencia de 28 puntos de diferencia frente Hillary Clinton. Su popularidad, aunque en caída como en el resto del país, allí es superior a la del promedio nacional que marcan las encuestas. Cierto que Trump no fue al estado a promover a Moore y que en encuestas de boca de urna la mayoría no consideraba su figura como crucial en la elección, pero a nivel nacional se le apunta una derrota personal y un revés para el éxito de su agenda legislativa. Por lo pronto, se ve reforzado el 'argumento moral' que ha llevado a varios senadores a pedir la renuncia del mandatario, sobre quien también pesaban denuncias de acoso sexual durante la campaña. Es improbable que Trump vaya a darles el gusto de acceder a sus demandas, pero la derrota de Moore indica que las acusaciones de conductas inapropiadas no son algo que pueda ser obviado tan fácilmente y que la presión sobre él seguirá creciendo.
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Steve Bannon: El exjefe estratega es señalado desde sectores conservadores como el 'culpable' de la pérdida de un escaño que los republicanos controlaron por más de dos décadas. Bannon esperaba contar a Alabama como su primera victoria en la guerra contra el 'establishment' que piensa continuar el próximo año promoviendo candidatos radicales contra republicanos que aspiran ser reelegidos en el Congreso. Algunos critican que el radicalismo ideológico de Bannon, un hombre asociado a la extrema derecha o Alt-Right, le llevara a apoyar sin remilgos a un candidato señalado de acosar a menores de edad sin entender que el conservadurismo religioso de Alabama podía pasarle factura. Además, ciertas expresiones consideradas racistas del candidato republicano parecen haber ayudado a la activación del voto negro, una comunidad en la que los conservadores radicales de Bannon no tienen ascendente alguno.

  • Roy Moore: A pesar de su actitud desafiante ante las denuncias de acoso sexual en su contra y su decisión de mantenerse en la competencia contra las demandas de gente de su propio partido para que retirara su candidatura, Moore no logró una victoria que lo presentaría como un paladín de la lucha contra las élites políticas de Washington, incluyendo las de su propia formación.
  • Partido Republicano: La organización pierde un escaño que debía ser un triunfo seguro, tratándose de un estado tradicionalmente conservador. Y con eso, ve reducirse a un solo voto su mayoría en el Senado, lo que complica una situación que ya se ha demostrado delicada a la hora de lograr la aprobación de leyes en las que solo cuenta con su bancada para lograrlo. Ya le pasó con el fracasado intento de derogar Obamacare y ahora dificultará aún más las negociaciones internas para lograr el apoyo de todos los republicanos a iniciativas de ley potencialmente polémicas.