"Profundamente perturbador": denuncian que fuerzas federales valoraron usar rayos de calor contra protesta en Washington DC

Un mayor de la Guardia Nacional que estuvo presente el 1 de junio en la polémica respuesta contra los manifestantes cerca de la Casa Blanca, declaró al Congreso que desde horas antes de lo ocurrido funcionarios federales de defensa buscaban obtener una tecnología de control de multitudes conocida como "rayo de calor".

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El 1 de junio de 2020, en medio de las protestas contra el racismo y la brutalidad policial que también llegaron a la capital del país, las fuerzas federales sacaron por la fuerza a los manifestantes de la Plaza Lafayette, cerca de la Casa Blanca, cubrieron la calle de gas lacrimógeno y empujaron a golpes a los manifestantes con escudos y bastones, despertando una ola de críticas sobre abuso de la fuerza. Todo ello para que el presidente hiciera un breve recorrido hasta la iglesia del lugar y posara para una foto con una Biblia en la mano.

El gobierno se justificó entonces argumentando que los manifestantes se habían tornado violentos y habían lanzado fuegos artificiales, botellas y piedras a la policía.

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Sin embargo, el testimonio frente a los legisladores del Congreso del mayor de la Guardia Nacional de Washington DC, Adam D. DeMarco, contradice la versión oficial y asegura que la manifestación era pacífica, que se lanzó gas lacrimógeno y que no se advirtió a las personas que debían despejar el área, lo cual es un requisito legal antes de tomar cualquier medida para dispersar a manifestantes.

Pero esto no fue lo más preocupante de su declaración: según el testimonio de DeMarco, que estaba allí esa tarde, desde horas antes de lo ocurrido los funcionarios federales de defensa indagaron a través de correos electrónicos para obtener una tecnología de control de multitudes que se ha descartado por cuestionamientos éticos y la impredecibilidad de su uso, y además, trasladaron unas 7,000 rondas de municiones a la Armería de Washington DC.

DeMarco compareció por primera vez ante los legisladores de un comité de la Cámara de Representantes a fines de julio y su declaración continuó a fines de agosto, con respuestas más específicas a las preguntas de legisladores sobre municiones y equipamiento utilizado o solicitado por las fuerzas del orden. Sus respuestas fueron enviadas de forma escrita y personal de ese comité las compartió con el diario The Washington Post, que publicó la noticia.

"Rayo de calor"

Justo antes del mediodía del 1 de junio, el principal oficial de la policía militar del Departamento de Defensa en la región de Washington DC envió un correo electrónico a los oficiales de la Guardia Nacional de la ciudad preguntando si la unidad tenía un dispositivo acústico de largo alcance llamado Active Denial System (ADS) y también conocido como LRAD o "rayo de calor": un arma similar a un microondas que fue diseñada por los militares para control de masas, ya que al ser alcanzadas por los rayos invisibles de este dispositivo, las personas sienten que su piel se está quemando.

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Esta tecnología, explica el Post, se creó a principios de la década de 2000, pero fue archivada por cuestionamientos sobre su efectividad, seguridad y ética de su uso en seres humanos. Los funcionarios del Pentágono se mostraron reacios a usar el dispositivo en Irak.

Un reporte de The New York Times de 2018 reveló que a la administración Trump había sopesado el uso de esta tecnología contra los inmigrantes en la frontera con México, pero la idea fue rechazada por Kirstjen Nielsen, entonces secretaria de Seguridad Nacional, apelando a preocupaciones humanitarias.


Sin embargo, en el correo que recibió DeMarco, el principal funcionario de la policía militar de la región capitalina, que solicitaba esta tecnología, aseguraba que el dispositivo ADS "puede brindar a nuestras tropas una capacidad que actualmente no tienen, la capacidad de acercarse y enfrentarse a posibles adversarios a distancias más allá del alcance de las armas pequeñas, y de una manera segura, eficaz y no letal".

El correo electrónico continuaba: “El ADS puede obligar inmediatamente a una persona a dejar de comportarse como una amenaza o marcharse mediante la aplicación de un rayo de energía dirigido que proporciona una sensación de calor intenso en la superficie de la piel. El efecto es abrumador, provocando una respuesta de repulsión inmediata por parte del individuo objetivo".

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De acuerdo con el reporte del Post, un funcionario del Departamento de Defensa que fue informado sobre el asunto le restó importancia a estas revelaciones, diciendo que estos mensajes en los que se hablaba de esa arma específica no eran más que simples controles de inventario de rutina, para determinar la disponibilidad de equipamiento de forma general y que la policía no obtuvo dicho dispositivo durante los primeros días de las protestas en DC.

Municiones

El mayor de la Guardia Nacional de Washington DC informó también sobre la transferencia ese mismo día de un alijo de rifles de asalto con carabina M4, de Fort Belvoir a la Armería de Washington DC. Además, en días posteriores llegaron más municiones de estados como Missouri o Tennessee.

A mediados de junio, según su testimonio, se habían transferido aproximadamente 7,000 cartuchos de municiones de 5.56 mm y 7.62 mm a la Armería de la capital, aunque no especificó para qué eran estas municiones y la Guardia Nacional de DC no respondió a las preguntas del Post sobre esta operación.

DeMarco dijo a los legisladores que, habiendo servido en una zona de combate con anterioridad, ese día no se sintió amenazado en ningún momento por los manifestantes cerca de la Casa Blanca "ni los consideró violentos".

“Desde mi punto de vista, estos manifestantes, nuestros conciudadanos estadounidenses, estaban comprometidos en la expresión pacífica de sus derechos (garantizados) en la Primera Enmienda”, dijo. "Sin embargo, fueron sometidos a una escalada no provocada y a un uso excesivo de la fuerza".

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DeMarco declaró que se había sentido obligado a dar su testimonio ya que considera los eventos de ese día en la Plaza Lafayette como "profundamente perturbadores".

"Que alguien en el Departamento de Defensa se refiriera a los ciudadanos estadounidenses que ejercían sus derechos de la Primera Enmienda como 'adversarios potenciales' y que incluso se haya contemplado el uso de un ADS en las calles de la capital de nuestra nación es profundamente perturbador y exige una mayor investigación", dijo el abogado de DeMarco, David Laufman.