Texas ha rebasado los ocho millones de votos durante el periodo de votación anticipada ( early voting), al menos 1.4 millones más que los 6.6 millones de texanos que usaron este método en la elección pasada.
Entre pandemia y restricciones, votación anticipada en Texas supera 8 millones de votos
Texas es el estado con más participantes en la votación anticipada (early voting) debido al miedo al contagio del coronavirus y las restricciones al voto por correo.
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En 2020, la cifra de electores en el estado sumó un récord de 16.9 millones de votantes registrados: 1.8 millones más que en 2016 (un 12.3%), pero el incremento en la población no es la única razón por el inusitado aumento de participación en un estado que, usualmente, registraba las mayores cifras de abstención del país.
Este año, los texanos tienen 18 días para votar, seis más en comparación a 2016. Pero la votación anticipada es una de las pocas opciones que quedaron para los electores en el estado que es considerado como el más complicado para votar en todo el país.
En Texas no es posible registrarse en línea, el voto por correo está restringido, los buzones para votar fueron limitados a uno por condado sin tener en cuenta el número de habitantes e incluso algunos líderes del GOP han intentado que se evite que los electores lo hagan desde su coche. Por tanto, el periodo extendido de votación anticipada (que los líderes republicanos del estado también intentaron reducir días antes de que iniciara, aun en contra de la orden del gobernador de su propio partido), quedó como la opción más accesible para quien deseara evitar multitudes el día de la elección.
La pandemia: el factor inesperado de la elección
Desde que el gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró la emergencia en el estado por la pandemia del coronavirus en marzo, las medidas han variado considerablemente. Abbott, al inicio, dejó a los condados la autoridad para decidir sobre el uso de mascarillas y otras medidas de restricción para evitar mayores contagios. Las medidas dieron resultados y Texas se situó en los últimos lugares de contagios. Fue entonces que Abbott decidió tomar de nuevo las riendas y anunció un periodo de “reapertura” que inició el 1 de mayo y estaba previsto que duraría tres etapas.
La reapertura, en su momento, contó con la presión de algunos republicanos, quienes sostenían que el cierre económico tendría mucho peores consecuencias que la pandemia. El vicegobernador de Texas, Dan Patrick, incluso sugirió a las personas de mayor edad que se “sacrificaran” por el futuro económico de sus nietos, un mensaje que repitió dos veces en sendas entrevistas con la cadena Fox News.
Una peluquera de Dallas, Shelley Luther, ganó elogios incluso del presidente Donald Trump al oponerse a las medidas de restricción y hoy es una de las candidatas republicanas en una de las elecciones especiales hacia el Senado estatal, a celebrarse en los próximos meses. En un mitin calificó las medidas de restricción contra el coronavirus como propias de "un tirano".
Pero bastaron unas pocas semanas para que el coronavirus derribara los planes. El gobierno texano había indicado que si el ritmo de contagios rebasaba un 10%, habría que retroceder. En agosto, el aumento de casos rozó el 20%. Un audio reveló que el propio Abbott sabía que la reapertura traería más contagios y aun así siguió adelante.
Decisiones contradictorias
Aun en contra de su partido, Abbott decidió imponer el uso de mascarillas en todo el estado, pero se resistió a levantar las restricciones al voto por correo como habían hecho otros estados. A cambio, decidió en julio extender una semana la votación anticipada.
A cinco días del día de la elección, ha saltado una de las excepciones que Abbott marcó para el uso de mascarilla estatal: los centros de votación. Un juez federal decidió el martes que se obligara a los votantes a usar un cubrebocas, pero el fallo fue válido solo unas horas tras la apelación del gobierno del estado.
Texas se acerca al millón de casos de coronavirus registrados: al menos 931,000 desde marzo. Es el único estado del país donde los latinos son el grupo que registra mayor mortalidad por covid-19: un 60%, cuando representan el 40% de la población. En los últimos siete días, Texas encabeza también la lista nacional de contagios, al menos 40,000. La ciudad fronteriza de El Paso ha advertido de una emergencia sin precedentes y ha ordenado un toque de queda.
También El Paso ha registrado una cifra récord de votantes en la votación anticipada que, aun cuando el uso de mascarilla no es obligatorio por orden estatal, el voto por correo está restringido y la espera para participar puede llevar varias horas, no han renunciado a votar.
