Política demócrata recuerda el historial violento de simpatizantes de Trump en Texas
Más de dos meses antes de que una muchedumbre entrara por asalto al Capitolio, en medio de arengas racistas y aludiendo un fraude sin pruebas que Donald Trump ha defendido como la razón de su derrota, en una elección certificada por todas las autoridades de Estados Unidos, un autobús de campaña del presidente electo Joe Biden fue perseguido de manera violenta en Texas por una caravana de simpatizantes del presidente, lo que obligó a los demócratas del estado a cancelar varios eventos ese día.
Una de las personas que estaba en el autobús era la exsenadora estatal Wendy Davis, quien compitió en las elecciones del 3 de noviembre para representar al distrito 21 (que incluye partes de Austin y San Antonio), pero perdió frente al republicano Chip Roy.
Davis considera que aquel ataque fue un ejemplo de la violencia de los simpatizantes de Trump, azuzada por políticos republicanos, que minimizaron el peligro de estas turbas o la apoyaron abiertamente, como el caso del congresista republicano Louie Gohmert, quien sugirió “la violencia en las calles” como opción para rechazar el resultado de las urnas.
Joe Biden derrotó a Donald Trump en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre por un margen de un 6% en el voto popular (más de siete millones de votos), la mayor diferencia en 12 años, y los resultados han sido certificados por las autoridades de los 50 estados y el distrito de Columbia, el Colegio Electoral, el Poder Legislativo y las demandas que ponían en duda su resultado han sido rechazadas por decenas de tribunales, entre ellos la Corte Suprema de Estados Unidos.
Davis, que no había hablado en público del incidente desde octubre, dijo este lunes que el asalto ocurrido en Texas entonces era una señal de advertencia. “Este es un síntoma de un problema muy grande que no se irá a ningún lado. Esto es el nacimiento de un grupo terrorista doméstico [en Estados Unidos] y creo que el FBI y las autoridades locales deben considerarlo así”, afirmó al Texas Tribune .
“El símbolo más divisivo”
Por su parte, el líder del Partido Demócrata en Texas, Gilberto Hinojosa, envió un comunicado sobre la próxima visita de Trump en que calificó los planes del actual presidente como un símbolo de la división que enfrenta Estados Unidos.
“ Donald Trump comenzó su campaña con una retórica llena de odio contra los mexicanos y su periodo en el poder terminará mientras destaca el símbolo más divisivo de su presidencia, un muro que divide a nuestras comunidades fronterizas”, afirmó Hinojosa.
“Los texanos y los estadounidenses están pasando un momento difícil. En el sur de Texas, se necesita un plan realista de distribución de la vacuna contra el covid-19, los cheques de 2,000 dólares que se aseguren de que cada familia en la región tienen una mejor oportunidad en esta economía y un proyecto real de trabajos que ayude a reconstruirla”.