Las situaciones que se están suscitando en el mundo me hacen reflexionar y pensar lo importante que es elegir bien, con conocimiento y responsabilidad. Si bien Kim Jong-Un, el líder político de Corea del Norte, es considerado como un dictador, su pueblo se rinde frente a él y se deja conquistar por su exaltación nacionalista.

¡Sigue poniéndote a prueba!

Una nueva ola ha surgido en América Latina: muchos gobiernos y algunos sectores de la sociedad han solicitando bajar la edad de imputabilidad. Por ejemplo, en Uruguay hubo un plebiscito para decidir si se baja la edad. La sociedad eligió el NO. En Argentina se está suscitando la misma pregunta: ¿es necesario bajar la edad para combatir la inseguridad?

Llegar a la presidencia de un país puede darte muchísimo poder, sobre todo, si ese país es Estados Unidos. No obstante, siempre hay límites y es necesario conocerlos. Si haces caso omiso a estas limitaciones, probablemente choques contra la pared. Y eso sí que va a doler.

La creación de Israel en 1948 trajo muchos problemas para el Medio Oriente. Si bien los judíos habían vivido un Holocausto terrible y necesitaban una tierra a la que llamar “casa”, su llegada a los territorios palestinos generó una guerra que no encontró un fin. Los palestinos fueron expulsados de sus casas y sus tierras dejaron de pertenecerles. El odio creció y creció y, varios de ellos, decidieron tomar venganza por mano propia. Gran parte del terror de Medio Oriente se originó por este conflicto aunque en la actualidad las causas son variadas.

Al escribir este artículo me fue inevitable no trazar paralelismos entre Donald Trump y Marine Le Pen. Cada oración que leía y escribía me hacía pensar en lo que estamos haciendo como sociedad. Es muy claro que si esos líderes políticos radicales y con ideas tan extremistas llegaron o llegan al poder es porque alguien los votó. Es decir, no es por arte de magia. Así es la democracia… Pero me aterra pensar que esas personas representan el pensamiento colectivo. No me dan temor ellos… me da temor la sociedad. Porque somos nosotros los que decidimos colocarlos ahí.