Los lobos solitarios, ¿son la nueva cara del terror? Más ataques y mayor dificultad para prevenirlos

Los lobos solitarios se convirtieron en un gran problema para las autoridades de todos los países. La inminencia de este tipo de atacante alrededor del mundo  ha provocado el terror, el miedo y la desesperación, especialmente en Europa. Su nula vinculación directa con los grupos terroristas provoca que sea mucho más difícil identificarlo y, de un momento para otro, pueda atacar sin ser advertido.

Las consecuencias de los ataques de estos lobos solitarios son gigantescas y, a su vez, cada vez más frecuentes. El problema está en saber identificarlos y prevenirlos.

Más frecuente, mayor complejidad

Luego que en 2016 se hayan efectuado varios atentados por parte de lobos solitarios, Europol decidió investigar sobre su procedencia y su motivación. En su informe, aclaró que estos incidentes “ponen de relieve las dificultades operativas de detectar e interrumpir los ataques de actores solitarios”.

A pesar de que, generalmente, ISIS se atribuye los atentados, “no parecen planeados, ni tener el apoyo logístico directo del Estado Islámico”.

Este estudio destacó el creciente ataque de lobos solitarios pero, además, la compleja dificultad a la que se enfrentaron los gobiernos para detectarlos. “En la actualidad, Europa se enfrenta a un cambio. De aquí en más aumentarán las amenazas que provengan de individuos yihadistas”.

Lobos solitarios por doquier

Principalmente en Europa y Estados Unidos, los lobos solitarios son muy frecuentes. Claro está que estos atacantes no son solo motivados por los grupos terroristas, muchos de ellos se inspiran en otros grupos radicales llenos de odio o en ideas políticas extremistas.

En 2010, el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, manifestó que “cuando tienes una persona solitaria que está trastornada o conducida por una ideología de odio y que puede hacer mucho daño, es mucho más difícil rastrearla”.

Estos atacantes no son nada nuevo en el mundo, desde hace muchísimos años existen. Sin embargo, su presencia es cada vez más habitual. Veamos los números:

En la década del 50, hubo solo 2 ataques ejecutados por lobos soltarios; en los 60 hubo 5; en la siguiente década 7 y en la de los 80 la cifra también fue de 7 ataques. La llegada de los 90 implicó un gran salto de ataques: 15. Pero, arribó el nuevo siglo y todo empeoró: en la primera década de los 2000 hubo 23 ataques. En la década actual -y faltando tres años para terminarla- la cifra es mayor a 35 ataques.

Con el aumento de los ataques también creció el número de muertos: en los 60, 4 personas murieron, mientras que en esta década más de 115 personas fueron asesinadas.

Lobos solitarios yihadistas

Antes de la década de los 90, los atacantes solitarios eran en su mayoría personas motivadas por conflictos políticos y sociales de los países en los que habían nacido. No obstante, a partir de los 90, comenzó a crecer la presencia de lobos solitarios yihadistas. Los primeros terroristas de este calibre fueron motivados por Al Qaeda. Con la llegada del nuevo siglo y el creciente poder de ISIS, los atacantes solitarios crecieron de manera considerable.

Los lobos solitarios le traen a ISIS muchísimos beneficios. Por un lado, sus ataques son relativamente baratos y fáciles de realizar. Al ser solitarios son muy difíciles de desarticular y todas las medidas preventivas se frustran. La complejidad para descubrirlos genera que los ciudadanos de muchos países del mundo se vean asediados por una ola de terror que afecta a su psicología además de aumentar el miedo por el grupo terrorista. Y por último, la presencia de lobos solitarios le permite a ISIS difundirse por el mundo, ser más conocidos y lograr más simpatizantes.

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El Estado Islámico sabe muy bien lo importante que estos lobos solitarios son para su grupo. Es así que en los últimos meses han dedicado a incentivar estos ataques además de dar herramientas para efectuarlos. Por ejemplo, a fines del 2016 en una revista de su autoría, explican cómo se puede realizar un atentado terrorista de gran calibre solo con un camión. Escalofriante, ¿verdad?

Los presidentes de todo el mundo y sus servicios de inteligencia tienen que encontrar otra manera para identificarlos, porque los lobos solitarios son una realidad. Una triste y terrorífica realidad.

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