La Segunda Guerra Mundial terminó hace ya muchos años. No obstante, hasta el día de hoy siguen abiertas muchas de las heridas que ella dejó. Al terminar la guerra, el mundo tenía una firme convicción: si se desataba una nueva guerra, sería el final de la humanidad. Con la bomba de Hiroshima, los seres humanos demostraron ser cada vez más poderosos e inteligentes. Tanto que son capaces de hacer armas completamente destructivas.
¿Desataremos una Tercera Guerra Mundial con nuestro olvido?
Por:Univision
El recuerdo de lo catastrófico de la Segunda Guerra Mundial fue durante muchos años el motivo por el que no se desencadenaba otra guerra. El mundo sabía que ese sería el fin… Sin embargo, el olvido de todo lo que sucedió en esos años y la subestimación de que las cosas no fueron tan desastrosas, es un arma mucho más potente que cualquier otra. Sí, el olvido es 100% destructivo. El olvido puede conducir a que cometamos nuevamente un error y quizá ese error sea fatal.
El príncipe Carlos de Gales, manifestó que como sociedad estamos “olvidando las lecciones del pasado”, todas las lecciones terribles que aprendimos están siendo subestimadas y olvidadas. Y eso puede conducir a algo… una Tercera Guerra Mundial.
Los indicios
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No solo es el olvido… son también los hechos. Lamentablemente, las guerras que hay a lo largo del mundo y la implicación de varios países en ellas están provocando una posible guerra a nivel mundial.
Los intereses que hay en juego, sobre todo en Medio Oriente, hacen que diversos países intervengan en los conflictos, muchas veces potenciándolos. Por ejemplo, el hecho de que Donald Trump desee cambiar la embajada de su país en Israel y trasladarla a Jerusalén, está interfiriendo por completo con el proceso de paz que Israel y Palestina han realizado, y eso puede terminar en una gran guerra mucho más potente que la actual y, además, involucrar a otros países.
Se habla de un “holocausto palestino” y si bien todavía no hay cifras exactas, lo cierto es que los palestinos se ven cada vez más amenazados. No solo fueron expulsados de sus tierras sino que, además, están siendo asesinados constantemente.
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A su vez muchos países -algunos en silencio y otros públicamente- han desarrollado durante todos estos años un potente componente nuclear para sus ejércitos. Es decir, si bien en el mundo había consenso que las armas nucleares junto al hombre, podrían destruir el planeta, las potencias más importantes del mundo siguieron produciendo esa industria por un posible ataque o una posible guerra.
Corea del Norte es uno de los países que no duda en comunicar todas las pruebas nucleares que hace, además de amenazar a otros países como Estados Unidos. A fines del 2016 amenazó y difundió que estaba haciendo pruebas con un misil intercontinental capaz de destruir a todo el territorio estadounidense.
Una Guerra Fría a punto de romperse
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Cada uno de estos indicios está agravando el problema y provocando que nos olvidemos de todo lo que sufrimos en la Segunda Guerra Mundial.
Luego de la catásfrofe, las dos potencias mundiales: Estados Unidos y la Unión Soviética comenzaron una carrera por llegar al máximo poder pero a través de lo que se consideró la Guerra Fría, es decir una guerra sin armas.
Con el tiempo las relaciones mejoraron y la guerra pareció terminar. Sin embargo, hasta el día de hoy Rusia y Estados Unidos tienen una relación muy conflictiva y vacilante. Ya lo demostró Barack Obama con la expulsión de los diplomáticos rusos por la supuesta participación de Rusia en las elecciones de su país.
¿Estamos viviendo una nueva guerra fría? ¿O estamos en el comienzo de una verdadera guerra? Quizá el príncipe Carlos tenga razón. Es probable que olvidar nos conduzca directamente a repetir. Pero, ¿es lo que queremos para nuestro planeta?
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