Donald Trump lo anunció durante toda su campaña política: los estadounidenses son bienvenidos, los inmigrantes NO. El muro, la prohibición de algunos países musulmanes -salvo de aquellos con los que tiene vínculo económico-, o suspender la entrada de refugiados -sin importar el país del que vinieran- fueron algunas de sus medidas para respaldar sus promesas…
“Siéntanse como en casa”: ese fue el mensaje que le quisieron dar a los niños de una escuela para refugiados

Lo olvidaba: su primer discurso como presidente también intentó destacar la premisa que tanto había predicado. “A partir de hoy, Estados Unidos estará primero. Toda decisión será para beneficiar a los trabajadores y familias de Estados Unidos. (...) Estados Unidos volverá a ganar. Vamos a rescatar a nuestras fronteras (...) Vamos a rescatar nuestros sueños".
Sin embargo, la sociedad estadounidense está mostrándose en contra de todas estas resoluciones. Las manifestaciones pacíficas son clara muestra de ello. Pero, estos vecinos de DeKalb, Georgia, decidieron manifestarse de otra manera. Una manera muy dulce para quienes más sufren sus decretos. Los niños refugiados que están estudiando en la escuela pública de esa ciudad tenían miedo, pero al llegar el lunes a la escuela se dieron cuenta de que no todo está perdido, que el hecho de ser refugiados no los convierte en seres inferiores.
Frases que llenan el alma

La escuela de la comunidad internacional que enseña a niños refugiados en Georgia se llenó de mensajes positivos en su jardín. Los vecinos decidieron hacer carteles pintados a mano para que los niños realmente se sintieran como en casa, a pesar del miedo que los invadía por la resolución de Trump.

Desde: “Están en su casa”, “nos agrada que estén aquí”, “bienvenidos” -en todos los idiomas-, hasta “somos uno”, “no tengan miedo” o “somos todos inmigrantes”. Los carteles estaban repletos de frases inspiradoras.
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Una iniciativa respaldada

Todo comenzó con una persona que decidió hacer un cartel y, sin darse cuenta, motivó a otras personas a que también lo hicieran. En tan solo un día, se hicieron más de 20 carteles y decoraron el jardín de la escuela. Sin embargo, el lunes de mañana todo era mucho mejor de lo esperado: más de 50 carteles estaban esperando a los niños para llenarlos de esperanza y cariño.
Sin duda fue un gran gesto para estos niños refugiados que no saben cuál será su futuro. Los ciudadanos han salido a la calle desde que Donald Trump firmó el decreto. Muchos de los nacidos en tierras estadounidenses están avergonzados por lo que Donald Trump está haciendo: c errando las puertas a gente que no tiene otro lugar para ir y que no ha hecho nada malo.
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