Los encargados de realizar la adaptación para HBO parecen haberse liberado de un cierto freno que antes estaba impuesto por su apego a los libros de George R.R Martin, y en este temporada 6 de Game of Thrones, la primera que se adelanta a las novelas, las cosas parecen comenzar a avanzar de manera definitiva.

La temporada 6 de Game of Thrones finalmente vuelve con su tercer episodio a un terreno más acostumbrado y lógico para un comienzo de temporada, en el que se impone la necesidad de un ritmo más lento y de exposición, para aportar nueva información y contexto a las historias que se desarrollarán en los próximos capítulos.

La temporada 6 de Game of Thrones tiene la particularidad de ser la primera de la serie que se adelanta a los acontecimientos de la saga de libros de George R.R. Martin, y tal vez por esto, las cosas parecen un poco diferentes a lo acostumbrado en estos primeros dos episodios, en los que ocurrieron muchas cosas, algo inusual para un comienzo de temporada.

En cada temporada, Game of Thrones nos tiene acostumbrados a que los primeros episodios estén destinados principalmente a recordarnos cuáles eran las situaciones y circunstancias en las que habíamos dejado previamente a todos los personajes.

Llevando el título “Ouroboros” (nombre de la serpiente que se come su propia cola y que simboliza tanto el ciclo eterno de las cosas, como el esfuerzo inútil), el episodio de Fear the Walking Dead de esta semana expande un poco más su trama cuando presenta a sus protagonistas en una situación desesperada y pule un poco más el carácter de ciertos personajes, dándole esperanza a sus espectadores.

La primera temporada de Daredevil contó con una ventaja que no tuvo la segunda: el factor sorpresa.