El hombre, de 22 años, sería un extremista y ahora enfrenta cargos por dejar una bomba dentro de un automóvil, posesión criminal robada y abandono de un animal inconsciente. El dispositivo que dejó el pasado lunes resultó ser un aparato para cargar la batería de un Tesla.

Andrés Gil y su padre se enteraron de la noticia por Univision 41 y, pese al frío, acudieron a arreglar el refrigerador. Sin embargo, cuando acudieron al lugar, se percataron que ya no estaba, pero minutos después llegó otra nevera en un camión gracias a la ayuda de buenos samaritanos.

El frigorífico había quedado completamente inservible después que unos bandidos, a quienes están tratando de identificar, lo destruyeran el viernes en la noche.

El frigorífico está ubicado frente a la oficina de la senadora Jessica Ramos, quien compartió las imágenes de la vandalización en un tuit. Ahora la legisladora ha pedido ayuda a los neoyorquinos para restablecer la nevera y combatir la inseguridad alimentaria.

Cuatro hombres son los sospechosos en el caso, en el que murió un joven de 20 años. La policía pide la ayuda del público para dar con su paradero.

Este ha sido uno de los vecindarios más golpeados durante la pandemia y ha registrado 11.88% de casos positivos en apenas 7 días. La comunidad teme que, con la llegada de las fiestas de fin de año, el número de contagios siga en aumento en esta zona.