El presidente quiere dar la vuelta a la página a las protestas contra la brutalidad policial y ha calificado a manifestantes como terroristas domésticos. En tanto, se enfila a seguir sus mítines políticos y estaría a horas de anunciar la sede de la Convención Nacional Republicana,

Desde la llegada a un hotel, el registro, los ascensores, la habitación y los alimentos: la experiencia de visitar uno de estos lugares después de la pandemia del covid-19 ha tenido un cambio radical, y ahora tanto empleados como huéspedes deberán respetar la larga lista de regulaciones para evitar la propagación del coronavirus.

Cámaras corporales de agentes muestran la agresiva manera en que arrestan a dos jóvenes afroamericanos en Tulsa, Oklahoma. Ambos son esposados y uno de ellos permanece con la cara contra el suelo mientras repite la frase “no puedo respirar”. En tanto, un policía fue despedido en Missouri tras ser captado golpeando a un sospechoso desarmado.

Al menos una vacuna contra el coronavirus se estaría probando en miles de personas en cuestión de semanas, y sigue el avance de la reapertura económica en Estados Unidos. Sin embargo, no todo son buenas noticias: también crece de forma alarmante la cifra de contagios en varios estados, lo que en Arizona por ejemplo está haciendo considerar un nuevo confinamiento.

Mason James Lira, de 26 años, es descrito como “armado y peligroso”. Es el sospechoso de abrir fuego en el Departamento de Policía de Paso Robles, por lo que sigue una intensa cacería humana para dar con él. Las autoridades piden a la población que si lo ven no traten de detenerlo, sino que den aviso de inmediato.

La muerte de George Floyd a manos de agentes del orden ha derivado en que tanto demócratas como republicanos e incluso el presidente Trump se encuentren trabajando en una reforma judicial. Mientras tanto, se conoce que en las movilizaciones multitudinarias contra el abuso policial, 749 agentes resultaron heridos, 22 de ellos requirieron hospitalización.