De 2,500 niños, el Gobierno de Trump ha podido reunir a 1,800, mientras abogados indican que muchos de los padres ya fueron deportados.

Cuando el comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza Kevin McAleenan hablaba en medio de un simposio un hombre lo interrumpió para cuestionarlo sobre el drama que viven miles de niños en la frontera. El sujeto gritó: “Eres un abusador de los derechos humanos”.

Después de evadir a una empleada del centra de menores, la niña salió corriendo hasta llegar al taller donde se refugió detrás de una caja de herramientas. Horas después, llegó la policía de Homestead para retornarla al lugar.

Luego de vencerse el plazo para ser reunificados, el concejal Mark Levine aseguró que obtuvo este dato gracias a las agencias. Por su parte, el senador de Nueva Jersey aseguró que mantendrá la presión contra el gobierno de Trump hasta que exista una salida a la crisis.

Un niño de 7 años, que fue separado de su madre al cruzar la frontera, denunció agresiones por parte de otros menores en un centro. En una ocasión, cuenta, un pequeño le hizo zancadilla y cayó al suelo fracturándose un brazo. Cuando pidió que lo llevaran al hospital, una trabajadora del lugar le dijo que eso "le iba a costar caro".

Durante una audiencia en una corte federal de San Diego, abogados del Departamento de Justicia declararon cumplida en tiempo y forma la orden de reunificar a todos los niños inmigrantes que fueron separados de sus padres al cruzar la frontera. Sin embargo, según cifras del propio gobierno, 650 menores no fueron reunidos con sus progenitores.