Una corte federal en Washington bloqueó temporalmente las deportaciones de madres y niños que están solicitando asilo a causa de la violencia doméstica o de pandillas en sus países de origen. El juez federal Emmet Sullivan, que ordenó el regreso de la mujer salvadoreña y su hija, amenazó con declarar en desacato el fiscal general Jeff Sessions.

'Elizabeth', quien está en embarazo y tiene dos hijas pequeñas, se refugió en un templo en el poblado de O'Neill tras el arresto de sus familiares en la redada del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Esta operación fue el resultado de 15 meses de investigación contra sitios de trabajo en Nebraska, Minnesota y Nevada. En total fueron detenidos 133 indocumentados por violaciones migratorias y 14 propietarios de negocios.

Estadísticas publicadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) muestran la reducción tras el recrudecimiento de la política 'tolerancia cero' durante semanas. El gobierno de Donald Trump culpa al Congreso y a las cortes por no tener un mejor resultado en la frontera sur.

La protección determinada por Dana Sabraw, juez federal en San Diego, se extiende a menores que fueron separados de sus padres y puestos en proceso de asilo como si hubieran llegado solos a la frontera. Una petición de defensores de inmigrantes sobre la reunificación de familias daría una segunda oportunidad a unos 900 progenitores que tienen orden final de deportación.

Después de tres meses sin verse, Lourdes de León y su hijo de 6 años, Leo, vivieron un reencuentro entre lágrimas y abrazos. "Te perdono", le respondió el niño a su mamá y le contó lo que hizo durante el tiempo que no estuvieron juntos.

El juez federal Dana Sabraw, quien prohibió al gobierno de Donald Trump separar a familias inmigrantes, también estipuló que los menores deben presentarse en corte acompañados de sus progenitores.