La visita de este fin de semana de Donald Trump a Mar-A-Lago convierte a la mansión de 126 habitaciones de Palm Beach en la residencia presidencial y sede temporal del poder ejecutivo. Otros presidentes encontraron en el calor del sur de Florida el lugar ideal para establecer su “Casa Blanca de invierno”.

Un letrero con el apellido Trump identifica a estas construcciones, ya sea porque el presidente electo es su dueño o porque otras empresas le pagan por utilizar su nombre. Son hoteles, clubes privados, campos de golf o torres de apartamentos vinculados a varias de las 563 empresas en las que el magnate tiene participación, según su declaración financiera ante la Comisión Federal de Elecciones:

Desde las históricas carretas tiradas por caballos hasta la inmensa limusina Cadillac, una fortaleza sobre ruedas de alta tecnología que protege al mandatario, el desfile inaugural es la tradición donde cada nuevo presidente de Estados Unidos se encuentra con el vehículo que lo acompañará durante su mandato.

Tienen en sus manos el poder de cambiar el curso de la historia desde la oficina oval: por eso su psique es un asunto de interés público. Desde que Trump asumió el mandato, muchos se han preguntado si se encuentra en su sano juicio. De hecho, una psiquiatra aseguró recientemente que "se está desmoronado por el estrés". La historia demuestra que la preocupación por la cordura del presidente es legítima y ha rondado durante siglos en la Casa Blanca.

En abril de 2017, una orden ejecutiva de Trump pidió revisar los monumentos nacionales declarados en el país en los últimos 20 años a fin de redimensionarlos y abrirlos a la perforación, minería y otros desarrollos energéticos. La Ley de Antigüedades de 1906 autoriza a los presidentes a declarar tierras federales como monumentos y restringir el uso comercial de sus tierras, pero no le da un poder explícito para deshacer una designación ya declarada. Este diciembre, dos de esos monumentos fueron revocados por el mandatario. Estos son otros de los que quedan en la lista.

El mandatario de 93 años de edad renunció a la presidencia de Zimbabue a través de una carta mientras estaba arrestado en su domicilio. Pasó de ser un héroe de la independencia a un tirano que quería dejar el poder a su esposa como herencia. Estos son algunos de los encuentros con otros líderes del mundo en casi cuatro décadas en el poder.