En abril de 2017, una orden ejecutiva de Trump pidió revisar los monumentos nacionales declarados en el país en los últimos 20 años a fin de redimensionarlos y abrirlos a la perforación, minería y otros desarrollos energéticos. La Ley de Antigüedades de 1906 autoriza a los presidentes a declarar tierras federales como monumentos y restringir el uso comercial de sus tierras, pero no le da un poder explícito para deshacer una designación ya declarada. Este diciembre, dos de esos monumentos fueron revocados por el mandatario. Estos son otros de los que quedan en la lista.