¿A quién no le gustan las recetas con galletitas Oreo? ¡Si son lo más rico que hay! Pero hoy te traigo una idea para variarlas un poquito.

Todos hemos tenido una resaca de las feas. Bueno, no creo que existan resacas lindas pero me refiero a esas que son pesadas, que te abruman y que no puedes hacer nada en el día porque el cuerpo no responde.

El alcohol nos influye en nuestro cuerpo, y un buen ejemplo de ello son los síntomas que nos deja después de haber abusado de él. Precisamente por esa razón, es importante evitar el alcohol durante el embarazo o al menos reducirlo a dosis realmente pequeñas que te aseguren que no dañarán al bebé.

Hay determinadas bebidas que emborrachan más que otras debido a su graduación alcohólica. Pero hay otras con las que el nivel de alcohol que tenemos lo alcanzamos por la cantidad de alcohol que consumimos de golpe, o por la mezcla de bebidas que vamos acumulando a lo largo de la noche. Hoy intentamos descifrar por qué hay bebidas con los que nos emborrachamos antes.

Las intoxicaciones producidas por una ingesta excesiva de alcohol pueden inducir a lo que se llama el coma etílico, un estado comatoso que puede provocar el desvanecimiento, entre otras consecuencias. Podemos decir que esto se produce por una sobredosis de alcohol, por culpa de un consumo de bebidas alcohólicas que supera el límite de la tolerancia del organismo. Las personas que caen en un coma etílico deben ser tratadas rápidamente y suele ser necesario llamar al médico.

Las bebidas alcohólicas son casi tan antiguas como el mismísimo ser humano (de hecho, hay evidencias indicadoras de que se las preparaba 8.000 años a.C.). Su milenaria existencia, entre muchos otros factores, ha arraigado a estas bebidas en nuestro diario vivir. A ellas acudimos para celebrar, para relajarnos, para realzar el sabor de nuestras comidas... Y, ¡está bien!; el alcohol en moderación no le suele hacer mal a nadie. Es cuando se abusa de este que aparecen los siguientes efectos negativos.