Por un lado, una investigación reciente señala que las personas que siguen una dieta mediterránea viven más años -y sí, esta dieta supone el consumo diario (aunque moderado) de vino-.
7 mitos sobre el consumo de ALCOHOL que es necesario derribar

En esta misma línea, la Asociación Americana del Corazón reconoció que el alcohol en cantidades moderadas puede elevar el colesterol bueno, brindarle al cuerpo más antioxidantes y reducir la coagulación de la sangre que puede incrementar los riesgos de un ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.
Pero, como todo, el alcohol tiene su lado bueno y su lado malo. Lo importante es que conozcamos la verdad: ¡es hora de desenmascarar los mitos más escuchados!
#1 El alcohol mata las células del cerebro

Si bien el consumo de alcohol puede trastocar tus funciones cognitivas de forma temporal, no destruye las células del cerebro de forma permanente. Lo que sí daña es a las dendritas, pequeñas "antenas" de las neuronas que transmiten mensajes eléctricos del cerebro al resto del cuerpo.
¿Te ha pasado tomar un poco más de lo normal y, por ejemplo, enviar mensajes mal escritos? ¿O ver a tus amigos tratando de caminar en "línea recta"? En ambos casos, las dendritas se están haciendo notar.
#2 Comer mucho antes = ¿sobriedad asegurada?

¡ERROR 404 not found! Comer puede enlentecer el proceso de absorción del alcohol en el cuerpo, pero NO impedirá que te emborraches.
#3 Un café y una ducha fría pueden ponerte sobrio

¿Piensas que el agua que recorre tu cuerpo puede hacer desaparecer al alcohol que ya está en tu estómago? No suena muy posible. Un café y una ducha solo podrán despertarte un poco, pero nunca quitarte la borrachera.
#4 La cerveza te ayuda a recuperarte luego de hacer ejercicio

Estudios respaldan esta teoría y sugieren que:
- Los hidratos de carbono ayudan a reponer las reservas de energía.
- El agua no cuenta con las vitaminas y minerales que aporta la cerveza.
- La carbonatación ofrece grandes beneficios para la salud
Ahora bien, la realidad es que las bebidas hidratantes para deportistas tienen un efecto muy similar y no desencadenan todos los efectos secundarios negativos del alcohol, que, por ejemplo, obstaculiza el transporte de enzimas digestivas y nutrientes esenciales en el cuerpo.
#5 Comer antes de acostarte reducirá la resaca del día siguiente

¿Cuántos hemos salido de bailar y fuimos directo a un local de comida rápida? Lo sé, somos muchos. Llegamos con el afán de saborear una deliciosa hamburguesa y una porción de papas fritas y pensamos que estos alimentos promoverán la eliminación más veloz del alcohol.
Pero lo cierto es que este tipo de comida lo único que te dará al día siguiente será reflujo. La combinación de grasa y alcohol representará una bomba de resaca que te hará sentir peor al despertar por la mañana.
#6 Vomitar te devolverá la sobriedad

En teoría estarás deshaciéndote del alcohol y eso convertiría a este mito en realidad, pero… la cantidad de alcohol que posees en el estómago será mínima en comparación con la que ya está circulando por tu torrente sanguíneo.
#7 ¿Una aspirina o ibuprofeno antes de beber?

Lo dicen siempre: "más vale prevenir que curar"... ¿será, entonces, esta medida un buen camino para prevenir?
No lo creo: tomar un analgésico antes de beber alcohol en grandes cantidades puede dañar tu estómago y causar inflamación hepática. Como consecuencia, más alcohol podrá ingresar a tu flujo sanguíneo. Así que, ¡mucho cuidado!
¡Qué ilusa fui de adolescente! Creía que comer tras salir del boliche me ahorraría la resaca del día después. Aunque, por otro lado, también es bueno saber que hay aspectos que no son tan malos como los describían.








