Los trastornos alimenticios son graves enfermedades que afectan la salud de las personas tanto a nivel físico como psicológico y emocional. Los más conocidos son la bulimia y la anorexia ya que adquirieron pública notoriedad en las últimas décadas, en la lucha contra los estereotipos contemporáneos de belleza occidental.

Los hábitos saludables, la dieta balanceada y el ejercicio físico son importantes para llevar una vida más sana y así vivir más años, con mayor calidad de vida. Además, el aspecto físico toma especial importancia en nuestra sociedad, donde tener un cuerpo atlético y esbelto es casi un mandato cultural.

Un grupo de científicos de la Universidad Estatal de Arizona realizó recientemente un impresionante hallazgo arqueológico, analizando los restos de unas momias que fueron descubiertas hace casi 100 años, en la costa oeste de América del Sur. Más específicamente en Perú, a unos 250 kilómetros de Lima. Se trata de un revelador hallazgo sobre la alimentación de una antigua civilización de hace más de 2 000 años en la región.

Está claro que somos muchas personas sobre la Tierra, y que cada día que pasa crecemos en número mientras los recursos disminuyen. El hecho de que todo el tiempo estemos soportando guerras, escasez de comida y enfermedades da a pensar que quizás no todo es azar, sino que los líderes mundiales están intentando fomentar la despoblación. Te sorprendería saber que hay varias teorías conspirativas sobre los intentos de disminuir la población, y si quieres saber un poco más, tienes que seguir leyendo.

Está más que comprobado que una dieta saludable, ejercicio físico y hábitos saludables de descanso son fundamentales para nuestra salud mental. Ahora bien, ¿qué entendemos por dieta saludable? Hoy vamos a hablar de los mejores alimentos para cuidar la salud de nuestro cerebro. Y no te preocupes, no se trata simplemente de verduritas y ensaladas, te sorprenderás de la cantidad de alimentos que son realmente importantes para el cerebro y no lo sabías.

Hitler ordenando su comida. Hitler enfurecido porque la cocinera no entiende el alemán. Hitler al fin contento por recibir lo que había ordenado. Hitler dando gracias a Dios por la comida en su mesa.