7 mitos sobre la modificación genética en alimentos que tienes que derrumbar

Si vas al supermercado, es probable que parte importante de los alimentos que compres se basen en ingredientes  genéticamente modificados, los que son más conocidos como alimentos transgénicos. Hay mucha polémica acerca de esta práctica, sus efectos sobre la salud y el medioambiente, sobre todo por las numerosas mentiras que se han tejido a su alrededor. Por estas razones es que hoy queremos develar 7 mitos sobre la modificación genética en los alimentos.

PUBLICIDAD

7. La manipulación genética es una mezcla de especies sin control o precisión

Imagen Thinkstock

Los cultivos genéticamente modificados, conocidos popularmente como OGM ( Organismo genéticamente modificado)o GMO —por sus siglas en inglés—, son todo lo contrario a lo que dice el mito. Cada semilla ha sido creada utilizando lo mejor de otras o si misma para conseguir resultados de mejor calidad. Entre las cosas que se reducen mediante la modificación genética, está el uso de pesticidas dañinos, ya que las plantaciones son inmunes a ciertos virus, bacterias y parásitos, la eliminación de componentes poco sanos y el aumento de aquellas propiedades nutricionales importantes, sacando lo mejor de cada especie. Es cierto que hay OGM que se crean sin control, pero corresponden a una minoría.

6. Las semillas que traen los cultivos OGM son estériles

Imagen Thinkstock

Existe el mito de que las semillas contenidas en estas frutas y verduras son estériles y que, el negocio de las grandes empresas, es hacer que los agricultores se vean obligados a comprarles semillas. El año 1990, se intentó patentar una modificación genética que justamente generaba semillas estériles, pero fue rechazada. En general, los grandes productores tienen acuerdos con los proveedores de semillas OGM y los pequeños granjeros no suelen reutilizar semillas, ya que no generan los mismos resultados, ya que con el tiempo la calidad va disminuyendo, pero estas semillas no son estériles.

PUBLICIDAD

5. Los cultivos modificados genéticamente obligan a utilizar pesticidas más dañinos

Imagen Thinkstock

Gracias a la posibilidad de diseñar mejores cultivos, las plantaciones de frutas y vegetales modificados son capaces de terminar por si solos con ciertos insectos que podrían infectarlos, sin requerir pesticidas. Hay un segundo tipo de plantaciones OGM, que permite el uso de pesticidas no tóxicos y que no dañan las frutas y verduras. El uso de pesticidas químicos en este tipo de campos, es menor o no existente.

4. Los semillas OGM son una mezcla genética de varios tipos de semillas

Imagen Thinkstock

Hay casos en que las semillas son mejoradas con ciertos aspectos genéticos de otras, pero en la mayoría de los casos, se trabaja sobre la misma semilla que finalmente será plantada. Lo que se hace es darle mayor relevancia a genes ya existentes y, silenciar aquellos que perjudicaban al cultivo en si. La modificación genética se da por sobre la misma especie de semilla, eliminando por ejemplo características que podrían contribuir a enfermedades o que las hacían susceptibles a sufrir daños y requerir de fuertes pesticidas.

3. Los cultivos modificados genéticamente están provocando la muerte de las abejas

Imagen Thinkstock

En estos últimos años, se ha visto como las abejas mueren sin causa aparente, y los activistas han culpado de ellos a los pesticidas utilizados en los cultivos OGM. Los principales acusados son los pesticidas del tipo neonicontinoids, que penetran en las plantaciones y envenenan a estos insectos, pero estos pesticidas químicos no se utilizan en cultivos OGM. La causa de la debacle que están sufriendo de las abejas, no solo está ligada a pesticidas dañinos, sino que también en las ondas electromagnéticas provocadas por antenas de móviles y comunicaciones inalámbricas, las que las confunden y les hacen perder su rumbo.

PUBLICIDAD

2. Los alimentos transgénicos aumentan la posibilidad de sufrir alergias alimentarias

Imagen Thinkstock

Acá puede haber algo de cierto, ya que con la manipulación de ciertas características se podría aumentar la presencia genética un alérgeno, pero estas estos alimentos son testeados en laboratorio para impedir que esto ocurra. Si los estudios que prueban la seguridad de un alimento no se hacen o no obtienen buenos resultados, se impide su comercialización. En un futuro, se podrían crear alimentos transgénicos que sean seguros para quienes eran alérgicos a ellos en su forma pura.

1. Las plantaciones OGM dañan el ambiente

Imagen Thinkstock

Este mito es totalmente falso, ya que la realidad es que el uso de semillas modificadas genéticamente ayuda al medioambiente. Por un lado, disminuyó el uso de pesticidas químicos tóxicos, remplazándolos por naturales, además, el uso de agua y luz artificial en los cultivos bajó al ser más eficientes. Todo esto contribuye al ambiente.

Los cultivos OGM están ayudando a contener el alza de precios de frutas y vegetales, además de mejorar varios aspectos de nuestros alimentos, tal como demuestran estos 7 mitos sobre los cultivos modificados que acabamos de desmentir.