Si existe algo que no se puede recuperar luego de gastado, es el tiempo. Aunque la ciencia ha avanzado mucho, es poco probable que una máquina te permita regresar al pasado para recuperar aquellos momentos en los que no has estado con tus hijos.

Cuando un bebé empieza a interactuar con el entorno hay que empezar a marcarle límites. Muchos padres se sienten incómodos regañando a su bebé porque consideran que es muy pequeño para recibir correcciones, pero la realidad es que si no se hace, es probable que las rabietas sean parte cotidiana en la niñez. Sin embargo, no nos referimos a regañarlo con tono de voz fuerte ni mucho menos gritos, sino a hacerlo de una forma constructiva.

La distancia ya no es excusa para no hablar con tu familia. Las nuevas tecnologías, bien empleadas, te pueden ayudar a mejorar e incluso a recuperar la comunicación con tu familia que vive a la distancia. ¿Por qué no sacas provecho de ella?

Algo que puede ser muy desconcertante para cualquier madre es descubrir que su hijo (o hija) está viendo pornografía o que tiene acceso a ella de forma habitual. Muchas personas acceden a ver pornografía en algún momento de sus vidas, puesto que hay un acceso demasiado fácil a causa de Internet, y se pueden visionar escenas de forma inocente, incluso sin haber tenido una primera intención de hacerlo.

Los padres no siempre estamos preparados para lidiar correctamente con un berrinche, enojo o exaltación de nuestros hijos.

La masturbación es uno de esos temas que los padres no sabemos cómo hablar con los hijos y quisiéramos evitar; sin embargo, entre más pronto lo hablemos, ellos podrán entender qué le sucede a su cuerpo y los impulsos que tienen. Pero, ¿cómo hablar de masturbación con los hijos?