“Dado que el cuestionario no incluye la pregunta de la ciudadanía, no es posible descifrar quién tiene o no los papeles. No hay que tener miedo”, aseguró Oswaldo Álvarez, director del Censo en Illinois. Asimismo, el vocero agregó que se trata de “una táctica de miedo” que podría afectar la participación de las personas en el proceso.

El congresista del Distrito 13 le dijo a Noticias Univision 41 que esta propuesta del presidente Trump no es viable debido a que la Constitución establece que toda persona que habita suelo estadounidense debe ser contada, sin importar su estatus migratorio.

Frankie Miranda, director de la organización Hispanic Federation, señaló que esta es una propuesta que no llegará a ninguna parte y que, más bien, se trata de una jugada política del presidente para ganar votos en las próximas elecciones.

El procurador de California, Xavier Becerra, aseguró que lo que propone el presidente Trump es inconstitucional y pide a la comunidad indocumentada que participe en el censo.

"Cualquier acción para excluir a los inmigrantes traiciona nuestros valores, tradiciones y Constitución", afirma Garcetti. El alcalde asegura que no hay nada que temer porque la información del censo es protegida por la ley y será confidencial.

Andrés Malavé, quien es portavoz del Partido Republicano, argumenta que esta acción del presidente está basada en la ley y solo quiere encontrar la mejor manera de repartir a quienes “nos van a representar”. Por su parte, Efrén Pérez, catedrático de UCLA, difiere de esa posición y cataloga la medida como un intento por marginar a los inmigrantes y generar división.