Los mandatarios estatales de Iowa, Carolina del Sur, Dakota del Sur y Nebraska han tomado esta decisión para ayudar al gobierno federal a determinar el estatus de quienes viven en dichas poblaciones. Analistas aseguran que esta es otra estrategia de Trump para dejar por fuera del conteo a la comunidad inmigrante y así destinar fondos solo para los ciudadanos estadounidenses.
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