La última gran rival republicana de Trump, la exembajadora ante la ONU Nikki Haley, rechazó los caucus por considerarlos amañados y decidió, en cambio, presentarse a las primarias puramente simbólicas del martes, donde fue abrumadoramente derrotada por la opción de “ninguno de estos candidatos”.

El Partido Republicano de Nevada decidió evitar una elección primaria prescrita por la Legislatura y en su lugar celebrar asambleas electorales para determinar qué candidato recibirá a sus delegados en la convención del verano. Este sistema les permite tener más control sobre quién participa y le da a Trump una ventaja aún mayor de la que ya habría tenido.

La campaña de Nikki Haley sufrió, el que para muchos es, el golpe más duro en su campaña a la nominación presidencial republicana, al perder en las primarias de Nevada contra la opción “ningún candidato”. Aunque la situación desató burlas, detrás de la votación estuvo Donald Trump, quien convocó a su base para que votara en contra de la republicana. Nuestros analistas debaten si este traspié es el final de las aspiraciones presidenciales de Haley. Puedes ver en ViX más contenido gratis.

Los republicanos acudieron a unos comicios en los que no estaba Donald Trump en las boletas, porque estará en el caucus del jueves. La derrota de Haley es simbólica porque no afecta el conteo de delegados.

Desde 1975, el voto por "ninguno de estos candidatos" es una opción legal que aparece en todas las boletas electorales estatales y federales de Nevada junto con los nombres de los candidatos regulares.

Unas primarias dobles con solo dos candidatos, Nikki Haley y Donald Trump, y un Partido Republicano leal al expresidente que estableció en Nevada un confuso sistema de caucus y elección primaria que garantiza al favorito para quedarse con la nominación republicana llevarse todos los delegados del estado.