Tito Velázquez, un salvadoreño de 33 años y sin condiciones médicas preexistentes, estuvo conectado a un respirador artificial; sin embargo, su cuerpo no recibía el oxigeno necesario y uno de sus pulmones colapsó. El médico Jason Yan dijo que la piel del hispano, que vive en Nueva York, era blanca y azul y que estaba casi muerto. Ahora, debe asistir a rehabilitaciones para fortalecer su lado izquierdo debido al derrame cerebral que sufrió. Más información aquí.

Según el ginecólogo obstetra Alberto Domínguez-Bali, hay varias condiciones que influyen en esta estadística. "Hay factores socioeconómicos y educativos, sabemos que en áreas donde la pobreza es mayor la educación en menor", precisó. Otros expertos señalan que muchas de las embarazadas hispanas hacen parte de grupo de trabajadores esenciales del país. Más información aquí.

El programa inicia esta semana para los trabajadores del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles y posteriormente a los estudiantes cuando vuelvan a las aulas; si es necesario, se les realizarían los test de coronavirus todos los días. El segundo paso es el rastreo, el cual consistirá en aislar a un grupo que haya estado en contacto con alguien contagiado. "Sí sería una tranquilidad para que los niños estén más seguros en las escuela", dijo una madre de familia. Más información aquí.

Tito Velásquez, de 33 años, fue ovacionado por el personal médico al salir de un centro médico en Nueva York. Entre lágrimas, manifestó su alegría por vencer al virus que le ocasionó un ataque al corazón, un derrame cerebral y el colapso de los pulmones. Los galenos habían perdido la esperanza de que saliera con vida e incluso pensaron desconectarlo del ventilador.

Según un estudio hecho por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), una de cada cuatro personas ha llegado a pensar en atentar contra su propia vida por episodios de ansiedad y depresión, principalmente aquellos que han perdido sus trabajos y no han podido reunirse con sus seres queridos. La investigación, además, resalta que esta problemática afecta en un porcentaje considerable a la comunidad hispana y afroestadounidense. Más información aquí.

Clay Jenkins, juez del condado, aseveró que la alta cifra de infecciones entregada por las autoridades se debe a retrasos en los informes recibidos y catalogó lo ocurrido como “frustrante”. Por su parte, el Departamento de Salud de Texas explicó que las fallas se originaron por un error de codificación de tres laboratorios en los que llegaron cientos de pruebas.