Ante las críticas a la familia y Adam Toledo por si éste tenía vínculos con las pandillas, el activista Mateo Zapata lo tiene claro: “La gente no quiere humanizar a los pandilleros y son parte de nuestra comunidad. Hay que enfrentar este problema, tratar de cambiar el sistema, un sistema que ha creado esta violencia”.

Tras el incidente en el que murió baleado Adam Toledo, la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, y líderes comunitarios han manifestado su apoyo a los esfuerzos por mejorar los lineamientos de la policía entorno a las persecuciones a pie de un sospechoso.

Una madre hispana ha demandado a la policía de Los Ángeles por la muerte de su hijo durante un arresto. Ocurrió cuando vecinos llamaron a las autoridades denunciando que un hombre –Daniel Rivera, de 37 años—pretendía robar una casa. Los agentes que respondieron lo esposaron, le ataron los pies y, según la familia, le dieron cuatro descargas eléctricas.

Medaria Arradondo, jefe de la policía de Minneapolis a la cual pertenecía el acusado, dijo en el juicio que arrodillarse sobre el cuello del sospechoso "podría ser razonable en los primeros segundos para controlarlo, pero no una vez que dejó de resistir, y especialmente no después de que se desmayó".

Decenas de personas, con pancartas en mano y gritando arengas, se unieron en una vigilia apoyo a los seres queridos del menor de 13 años que murió baleado a manos de la policía de Chicago. Por su parte, la abogada de la familia del menor aseguró que solicitó un reunión con las autoridades para evaluar y analizar más a fondo el caso que ha generado malestar y tristeza.

Lori Lightfoot, en medio de una conferencia de prensa, dio a entender que el joven tenía un arma de fuego en la mano y agregó que la policía debe realizar ciertos ajustes en sus prácticas como la de realizar persecuciones a pie. Los oficiales involucrados en el caso fueron separados de sus cargos y se mantendrán así mientras avance la investigación del caso.