Lilian Solís, madre de 11 menores, recibió un mensaje de la supuesta esposa de un alcalde que le prometía ayuda a cambio del envío de dinero. Sin embargo, la mujer investigó y se dio cuenta de que todo se trataba de una estafa. Por lo anterior, autoridades alertan a la comunidad para evitar ser víctima de estos hechos.

Son muchos los adultos mayores que tienen dificultades a la hora de hacer el proceso para poder recibir la vacuna contra el coronavirus debido a factores como la tecnología. Ante esta situación, en el Estado Jardín se ha habilitado una línea telefónica para asistir a estas personas con el registro y la búsqueda de citas.

Vilma Mayuga, vocera del Departamento de Estado, recomienda a las personas comparar los precios de los alimentos en los mercados físicos con los que aparecen en las tiendas virtuales, ya que estas, de manera legal, “pueden obtener ganancias añadiéndole varios dólares a los productos”. Asimismo, Mayuga dice que hay días y horas en que los costos de los víveres pueden aumentar en las apps.

Estudiantes denunciaron que realizaron un curso en una academia de maquillaje que no los preparó lo suficiente y que el certificado que les dieron no les ayuda a encontrar un empleo. Por lo anterior, Lorelei Salas, comisionada del Departamento de Asuntos del Consumidor (DCA), aconsejó a la comunidad leer muy bien las políticas, promesas y detalles del programa antes de pagar, además de investigar qué estudios son necesarios para trabajar en el campo deseado.

El idioma y la tecnología son algunas de las barreras que enfrentan miembros de la comunidad latina a la hora de hacer el proceso para recibir la vacuna contra el coronavirus. Ante esta problemática, un grupo de estudiantes de medicina en la ciudad de Nueva York decidió ayudar a estas personas con la gestión de sus citas. Los interesados pueden llamar al teléfono 646 494 7029.

Moda Latina BZ Inc. es el nombre de una compañía que difundía anuncios dirigidos a mujeres hispanas en los que les prometían ganar dinero trabajando en ventas desde sus hogares. “Les mandaban unas cajitas con unos productos que a veces estaban mal hechos o no eran verdaderos, al final del día era imposible venderlos”, afirma Roberto Anguizola, abogado de la Comisión Federal de Comercio (FTC).