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Crimen Organizado

Las razones por las que es muy difícil que EEUU enjuicie a los 3 sucesores de 'El Chapo' Guzmán

Tras el veredicto de culpabilidad del narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, el gobierno estadounidense ha puesto la mirilla en tres capos mexicanos de alto calibre, incluyendo a su exsocio Ismael ‘El Mayo’ Zambada y al que fue su enemigo, ‘El Mencho’. Sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que para él no es una prioridad arrestar a los jefes de los carteles de la droga.
18 Feb 2019 – 12:49 PM EST
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Los tres narcos mexicanos más buscados por la DEA. De izquierda a derecha: Ismael ‘El Mayo’ Zambada, Rafael Caro Quintero y Nemesio ‘El Mencho’ Oseguera Cervantes. Crédito: Univision

“Esta convicción sirve como un mensaje irrefutable a los capos que permanecen en México y a los que aspiran a ser el próximo ‘Chapo’ Guzmán: eventualmente serán arrestados y enjuiciados”. Esa fue la advertencia que lanzó el fiscal general interino, Matthew Whitaker, unos minutos después de que un jurado declaró culpable a Joaquín Guzmán Loera, el que fue el criminal más buscado del mundo.

Las palabras de Whitaker tienen destinatario: los tres grandes contrabandistas mexicanos que la Administración para el Control de Drogas (DEA) tiene en su lista de fugitivos peligrosos.

Ellos son Ismael ‘El Mayo’ Zambada, quien luego de la extradición de Guzmán en 2017 se quedó al frente del cartel de Sinaloa; Rafael Caro Quintero, que habría regresado al narcotráfico tras su liberación en 2013; y Nemesio ‘El Mencho’ Oseguera Cervantes, el temido líder del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el grupo delictivo de más rápido crecimiento en México y Estados Unidos.

Por Zambada se ofrece una recompensa de 5 millones de dólares; por ‘El Mencho’ el monto sube a $10 millones; y al mítico Caro Quintero le han colgado una suma que rompe todos los récords, $20 millones.

El martes, notablemente emocionados por la convicción de Guzmán, funcionarios federales señalaron afuera del tribunal de Brooklyn –donde el mafioso sinaloense fue juzgado– que están decididos a repetir ese logro, sentando en el banquillo de los acusados a estos tres grandes del tráfico de drogas.

No será una misión sencilla. Para extraditarlos, el gobierno estadounidense tiene que sortear varios obstáculos, incluyendo una colaboración ahora más limitada por parte de sus vecinos del sur y los estrechos cercos de seguridad de los cuales casi nunca salen los tres capos en cuestión.

“Oficialmente ya no hay guerra”, señaló hace unos días el presidente Andrés Manuel López Obrador, anunciando que para su administración no es una prioridad detener a los grandes jefes de los carteles. Lo declaró cuando se agotaban las audiencias del proceso penal contra Guzmán.

“No se han detenido a capos (en lo que va de su incipiente gestión) porque no es esa nuestra función principal; la función principal del gobierno es garantizar la seguridad”, enfatizó el mandatario, quien en campaña dijo estar dispuesto a brindar incluso una amnistía a los narcos. “Lo que buscamos es que haya seguridad, que podamos disminuir el número de homicidios diarios”, precisó López Obrador.

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Quizás este sea el principal problema al que se enfrentan los oficiales de EEUU. Sin esa colaboración que durante décadas tuvieron con militares y policías mexicanos, deberán seguir la pista de tres hombres muy escurridizos, violentos y protegidos por sicarios y funcionarios corruptos.

Los errores de ‘El Chapo’ Guzmán

Poca información hay sobre estos fugitivos. ‘El Mayo’ es el hueso más duro de roer: lleva más de 50 años dedicado al narcotráfico, pero jamás ha sido arrestado. La imagen más reciente de él que tiene la DEA, la cual mostró varias veces en el juicio al ‘El Chapo’, es la que se tomó después de que lo entrevistó el periodista Julio Scherer en 2010.

De Caro Quintero hay dos videos de entrevistas ante cámara en julio de 2016 y abril de 2018.

Mientras que la agencia solo tiene tres fotografías de ‘El Mencho’, las cuales mostró en octubre de 2018, cuando el Departamento de Justicia (DOJ) anunció que había puesto en la mirilla en su organización.

Según expertos, los tres hombres más buscados por la DEA no salen de sus bastiones a gastar a manos llenas, enamorar mujeres, ni para buscar notoriedad. Son los errores que cometió Guzmán y que condujeron a sus recapturas en 2014 y 2016.

El último arresto ocurrió unos meses después de que el gobierno mexicano espió a los actores Sean Penn y Kate del Castillo cuando estos lo visitaron en una reserva natural en Cosalá, en el estado de Sinaloa, para hablar sobre la realización de una película sobre su vida.

‘El Chapo’ parecía obsesionado con Del Castillo, a quien le dijo “te voy a cuidar más que a mis ojos" en uno de tantos piropos cursis que le escribió en mensajes de texto antes de verla en persona.

Si Guzmán hubiera hecho lo mismo que su antiguo socio Zambada “y se hubiera quedado en las montañas, quizás aún sería un hombre libre”, dijo Mike Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la DEA, en entrevista con AP. “Su obsesión por las mujeres condujo a su caída”, concluyó.

“Tengo pánico que me encierren”

Con temperamentos diferentes, cada narco reaccionaría de modo distinto si se siente acorralado.

‘El Mayo’, de 71 años, dijo en aquella entrevista que prefiere morir en un enfrentamiento a balazos que terminar en la cárcel. “Tengo pánico que me encierren”, afirmó.

Uno de los testigos en el caso de Guzmán, el capo colombiano Jorge Cifuentes, contó que una vez iba con Zambada en una camioneta cuando se toparon con militares que les dispararon. En vez de entregarse, ‘El Mayo’, quien estaba frente al volante, protagonizó una persecución espectacular y logró escapar. Al regresar a su guarida, contó Cifuentes al jurado, el sinaloense se bajó divertido del vehículo.

Por su parte, ‘El Mencho’, de 53 años, tampoco sería una presa fácil. Su grupo, el cual surgió en 2011 como un brazo armado del cartel de Sinaloa que atacaba a Los Zetas, ya tiene “influencia” en el 75% de los estados mexicanos y en varias ciudades de EEUU. En distintos videos publicados en Internet sus sicarios no titubean para mostrar su armamento y amenazar a sus enemigos.


A este despiadado capo, que estuvo preso en California en la década de 1990, le atribuyen múltiples asesinatos en México, incluyendo la ejecución de 35 personas, cuyos cuerpos fueron encontrados en una concurrida calle en Boca del Río, Veracruz, en septiembre de 2011.

Si me buscan háganlo discretamente/ y no asomen tanto el cuete (arma) con cual me quieren matar. ¿Qué me asustan? Me siento más competente/ Yo los atoro de frente, no me da miedo pelear, dice un narcocorrido sobre este narco que canta el grupo Voz de Mando.

“Lo único que busco es paz”

Caro Quintero, de 67 años, ya no tendría la actitud altiva que lo caracterizaba, pero no está dispuesto a entregarse. “Lo único que busco es paz y le pido perdón a la sociedad de México por los errores que cometí, a la familia Camarena, a la DEA, al gobierno de Estados Unidos, les pido perdón”, dijo desde algún lugar en el norte de México en una entrevista que concedió en julio de 2016.

Alias ‘El Número Uno’ pasó 29 años en una prisión de máxima seguridad en México por la tortura y el asesinato en 1985 del agente antinarcóticos Enrique ‘Kiki’ Camarena. Fue liberado en 2013. En la entrevista negó haberse unido a la cúpula del cartel de Sinaloa, el cual surgió de las bases de la organización que él fundó, el cartel de Guadalajara. Así lo aseguró un informe de la DEA.

“A mí no me interesa ninguna plaza, a mí no me interesa ningún estado, fronteras. ¿Por qué?”, dijo Caro Quintero, quien entonces dijo estar cansado de esconderse para no ser capturado otra vez.

En abril de 2018, el capo volvió a recurrir a la prensa para implorar que lo dejen de seguir.

“Yo no pertenezco a ningún cartel. Así de fácil. Yo no voy a volver al narcotráfico nunca”, aseguró Caro Quintero a Huffington Post. “Yo le pediría a la DEA que sea más cuidadoso en sus investigaciones”, insistió alegando que ya no trafica narcóticos a EEUU.

“¿Cuáles son sus actividades ahorita?”, le preguntó una reportera.

“Ninguna, a puro andar huyendo”, respondió él.

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