Hace un año Centroamérica fue azotada por un doble golpe destructivo de los huracanes Eta e Iota. Sin tentar a la suerte, parece que los habitantes de la Costa Atlántica de Nicaragua y del norte de Honduras pueden respirar más tranquilos este año.
Noviembre luce poco activo y los meteorólogos se sorprenden de esta temporada de huracanes
A falta de un mes para que finalice la temporada de huracanes en el Atlántico y el Caribe, afortunadamente no se parece en nada a la devastación sufrida el año pasado en Honduras y Nicaragua.

El último mes de la temporada de huracanes de 2021 probablemente permanecerá tranquilo, según los expertos, al igual que el inusualmente tranquilo mes de octubre. Aun así, la temporada de huracanes de 2021 terminará más activa de lo normal, según Phil Klotzbach, meteorólogo tropical de la Universidad Estatal de Colorado, especializado en las previsiones básicas de huracanes en el Atlántico.
"Las últimas semanas han sido muy tranquilas en el frente de huracanes del Atlántico", dijo a Univision Noticias. De hecho, por primera vez desde 1977, no ha habido formaciones de huracanes importantes (de categoría 3 o superior) durante el mes de octubre, tuiteó el fin de semana.
Sin embargo, la intensa actividad de las tormentas a principios de este verano hace que este año haya habido 21 tormentas con nombre, incluidos siete huracanes, y cuatro huracanes importantes. La última tormenta con nombre, Wanda, se formó en el Atlántico central el sábado por la noche. Sólo dos temporadas atlánticas de las que se tiene constancia han tenido más de 21 tormentas con nombre, en 2005, cuando hubo 28 y el pasado año 2020, cuando se alcanzó el récord de 30.
Los promedios para una temporada completa en los últimos 30 años fueron de 14.4 tormentas con nombre, 7.2 huracanes y 3.2 huracanes mayores.
A un mes de que finalice la temporada de 2021, el 30 de noviembre, los expertos no llegan a entender la poca actividad, especialmente considerando que el Atlántico y el Caribe son mucho más cálidos de lo habitual este año, lo que suele ser una receta para tormentas más grandes.
Por ahora no se explica
"Nos estamos rascando la cabeza para saber por qué el Atlántico ha estado tan tranquilo este mes de octubre", dijo Jeff Masters, un veterano meteorólogo de Yale Climate Connections. Dijo que era demasiado pronto para especular sobre las razones, o si el cambio climático era un factor. "La variabilidad natural es la mejor respuesta, hasta que tengamos investigaciones que demuestren lo contrario", añadió.
El meteorólogo Bob Henson advirtió que "no podemos considerar que la temporada ha terminado hasta que realmente lo haya hecho", señalando que la temporada de huracanes dura oficialmente hasta el 30 de noviembre. Aunque la mayor parte de la acción en noviembre tiende a quedarse en el Caribe, como ocurrió el año pasado con Eta e Iota, los Estados Unidos también reciben ocasionalmente toques de tierra.
La mayoría de los indicadores climáticos sugieren una mayor actividad en el Atlántico, dice un sorprendido Klotzbach. "Actualmente tenemos condiciones de La Niña en el Océano Pacífico tropical: aguas más frías de lo normal en el Pacífico oriental y central. Cuando se dan las condiciones de La Niña, tiende a reducir los vientos a 20.000-30.000 pies en la atmósfera del Caribe, con lo que se reduce la cizalladura vertical del viento y se tiende a un final más activo de la temporada de huracanes en el Atlántico. Un exceso de cizalladura desgarra los huracanes", explicó.
Sin embargo, las condiciones de La Niña parecen haber sido contrarrestadas por otras pautas meteorológicas, como la oscilación Madden-Juliana, un ciclo de ascenso y descenso del aire en los trópicos, que da lugar a un aumento de la cizalladura vertical del viento en el Caribe, desgarrando las ondas tropicales que aún están saliendo de África.
"Las últimas previsiones de cizalladura vertical del viento... indican que es probable que la cizalladura siga siendo relativamente fuerte durante las próximas semanas, lo que significa que las posibilidades de que se forme algo importante en el Caribe parecen relativamente bajas", dijo Klotzbach.
Además, la mayor parte del Atlántico tropical y del Caribe también ha estado bastante estable desde el punto de vista atmosférico durante las últimas semanas, con una nubosidad reducida, que ahoga las fuertes tormentas eléctricas que son los componentes de los huracanes, añadió.

























