Lesya Filimonova y Valery Filimonov son dos de los voluntarios que se unieron a las defensas civiles ucranianas. Antes de la guerra, ella era directora de scouts y él trabajaba en una empresa de tecnología. Se casaron este domingo en un punto de control a las afueras de Kiev.

La Pequeña Odessa es un vecindario ubicado a 20 millas de Manhattan en donde hace años rusos y ucranianos se establecieron tras el colapso de la Unión Soviética. Ahora, en medio de la invasión rusa a Ucrania, la comunidad se ha unido para pedir el fin del conflicto y son varios los inmigrantes que están recolectando donaciones y artículos para enviar a sus connacionales. “Personas de todo el mundo nos traen ayudas para enviar nuestra gente”, señala con agradecimiento una mujer de la zona. Más información aquí.

César Quintana empezó a explorar en el sur de California cómo regresará a Ucrania para traer a casa al pequeño Alexander de dos años. Más información aquí.

José David Chaparro y Jorge Uriel decidieron quedarse en Ucrania. Uno se enlistó en las fuerzas de defensa territorial y está dispuesto a dar su vida; el otro se rehúsa a tomar las armas. Más información aquí.

No portan armas sino platos de comida, medicinas o botellas de agua. Se trata del ejército de voluntarios que han venido de diferentes partes del mundo para asistir a los refugiados que huyen de la guerra y llegan diariamente a la frontera entre Polonia y Ucrania. Algunos ofrecen servicios de traducción y otros como el doctor alemán Peter Haarmann ayudan con productos médicos. Más información aquí.

Este domingo, el presidente Volodimir Zelensky advirtió que la intención de las tropas rusas será bombardear en las próximas horas Odesa, un punto estratégico y muy importante para Ucrania y para Rusia. Entretanto, este día volvió a fracasar la evacuación de civiles a través de un corredor humanitario debido a los ataques rusos. Cabe recordar que este lunes se llevará a cabo en Bielorrusia la tercera ronda de conversaciones entre las partes. Más información aquí.