Cuando Serhiy Perebyinis no pudo monitorear más a su esposa y sus dos hijos por el celular, se preocupó. Cuando notó que la última ubicación que le marcaba estaba en el hospital clínico número 7, en Kiev, supo con certeza que algo andaba mal.
Se enteró por una foto en Twitter que su esposa e hijos murieron tratando de escapar de un bombardeo ruso
Tetiana Perebyinis intentaba escapar con sus dos hijos de Irpin, ciudad satélite del noroeste de Kiev. Mientras corrían, la familia quedó en medio de un bombardeo ruso con mortero y todos murieron. Su esposo se enteró al ver en Twitter la foto de los tres tendidos en el suelo, muertos. Lee nuestra cobertura minuto a minuto

La llamó a ella, pero no le contestó el teléfono. Llamó a sus hijos y nada. Media hora después, leyó en la red social Twitter que una familia había muerto tras un ataque con mortero en la ruta de evacuación del pueblo en el que vivían, Irpin. Era la suya.
"Reconocí el equipaje (en una foto) y así me enteré", contó al diario The New York Times.
Serhiy y Tetiana Perebyinis tenían 20 años de casados. En febrero, antes del inicio de la invasión rusa a Ucrania, él tuvo que viajar a su pueblo natal, Donetsk, al este del país, para cuidar de su madre que había enfermado con covid-19. Cuando los bombardeos rusos comenzaron y el avance a Kiev se hizo inminente, él no pudo volver a casa por el cierre de vías, así que su esposa e hijos tuvieron que armar solos el plan de huida.
No pasó mucho tiempo cuando los bombardeos comenzaron a sentirse en su vecindario. Una noche el edificio en el que vivían recibió el golpe de la artillería rusa y la familia se movió al sótano.
Con un grupo de voluntarios de una iglesia de la zona, el domingo pasado Tetiana Perebyinis, de 43 años; sus hijos Nykyta, de 18; Alisa, de 9, y sus padres, comenzaron la huida en su minivan hasta un punto en el que tuvieron que continuar a pie. Era la segunda vez que intentaban evacuar la zona. El sábado tuvieron que devolverse.
Mientras caminaban por la calle, sin protección, intentaban llegar a un puente que quedó destruido, como cientos de personas que querían evacuar Irpin. Las fuerzas rusas atacaban. Algunos buscaban cómo resguardarse. Pero los Perebyinis no lo lograron.
Una explosión de mortero dejó un cráter enorme a unos 10 metros de ellos y cientos de astillas metálicas volaron por doquier en la onda expansiva. Sus cuerpos cayeron sin posibilidad de sobrevivir, justo junto a un monumento por la memoria de los muertos de la Segunda Guerra Mundial.
Los padres de ella se salvaron. El Times cuenta que al día siguiente, las maletas de los Perebyinis seguían en el suelo, abiertas y llenas de nieve.

Para volver a Kiev luego de la muerte de su familia, Serhiy Perebyinis viajó a Rusia y de allí cruzó a Polonia. En la frontera entre ambos países, contó al diario, los funcionarios de migración lo interrogaron, le tomaron las huellas dactilares. Creyó que lo arrestarían. Él les dijo: "Toda mi familia murió en lo que ustedes llaman una operación especial pero que nosotros consideramos una guerra. Pueden hacer lo que quieran conmigo. No tengo nada que perder".
El diario neoyorquino cuenta que la única vez que Perebyinis lloró durante la entrevista fue cuando recordó la noche antes de la muerte, cuando le pidió perdón a su esposa por no poder ayudarlos en la huida. "Le dije: 'Perdóname porque no puedo defenderlos. Traté de cuidar a otra persona y eso implicó que no los pude proteger". Ella le dijo que no se preocupara, que saldrían bien de todo.
Ahora, tras lo ocurrido, solo quiere que la historia de su familia sirva para que el mundo entienda lo que está sufriendo el pueblo ucraniano.
Este jueves, a cinco días de la muerte de toda su familia, explicó en su cuenta de Facebook que escribía para desahogarse, como le habían recomendado los psicólogos. También contó algunos detalles sobre el análisis forense hecho a los cuerpos de sus hijos: "Nikita (su hijo) recibió la mayor parte del ataque mientras protegía a su hermana".
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