Durante su visita en Chile, el máximo pontífice se refirió al dolor que han sentido las víctimas y familiares de los abusos sexuales y envió un mensaje a las personas que se han alejado de la Iglesia.

La visita del Papa ha estado rodeada de polémica y varias iglesias fueron quemadas en señal de protesta. Aunque Francisco pidió perdón por los abusos sexuales de sacerdotes, esto no calmó los ánimos de muchos de sus opositores.

A pesar de los muchos esfuerzos de comunidades religiosas y de sus pastores, estos recintos luchan por sobrevivir, especialmente en vecindarios de minorías.

En su primer discurso en su visita Chile, Francisco dijo que los abusos fueron un "daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia." La presión había crecido en el país contra el Papa que, al asumir el papado, prometió cero tolerancia con los abusos.

La llegada del sumo pontífice al país de América del Sur generó manifestaciones lideradas por movimientos contra el abuso sexual en la Iglesia, feministas, laicos y defensores del aborto. Una encuesta regional de Latinobarómetro indica que el 44% de los chilenos se declara católico, mientras que en México lo hace el 80% y en Colombia, el 73%. El papa argentino aseguró durante su viaje desde Roma que le tiene miedo a una guerra nuclear.

Las dos supuestas víctimas tenían 14 y 15 años de edad cuando presuntamente ocurrieron los abusos entre 2012 y 2015. Las autoridades temen que haya más víctimas del hombre de 30 años de edad que por años estuvo encargado de un grupo juvenil en la iglesia La Familia de Dios en Ontario.