Si hacemos los cálculos, un tercio de nuestra vida adulta la pasamos (y disfrutamos) junto a personas "desconocidas" —un rótulo que, afortunadamente, podemos cambiar—. Se trata de individuos que, a diferencia de nuestros amigos, no elegimos, y aunque en ciertas ocasiones estos compañeros pueden tornarse molestos o perjudiciales, en muchos casos, si somos atentos, podremos encontrarnos con humanos excepcionales.

El abuso emocional puede ser ejercido por cualquier persona que esté en nuestro ambiente, no necesariamente tiene que ser una pareja. Este tipo de violencia se ejerce con el fin de anularte, es decir, pretende inhibir todas tus capacidades a través de la humillación o violencia verbal. Intenta bloquear la confianza que tienes en ti mismo y genera que tu autoestima se dañe.

La amistad es algo impredecible, que o bien comienza un día y al siguiente ya tiene una intensidad increíble o, por el contrario, así como comienza se termina.

¿Cuántas veces hemos recibido este tipo de mensajes? Muchas, ¿no?

El amor puede conquistarnos en cualquier lugar y en cualquier momento, y si pensamos en que compartimos unas ocho horas a diario con las mismas personas, es natural -y hasta probable- que generemos vínculos afectivos que pueden ir desde una simple amistad fuera de oficina hasta un romance con un par nuestro.

Todos los días hacemos actividades rutinarias, tomamos el autobús hacia la oficina, almorzamos, salimos a bailar, dormimos, en fin, vivimos. Pero nunca nos ponemos a pensar cuántas horas de nuestra vida invertimos en esas actividades o cuántas veces las repetimos. Un estudio reciente ha hecho los cálculos por nosotros y estos fueron los resultados: