Si hacemos los cálculos, un tercio de nuestra vida adulta la pasamos (y disfrutamos) junto a personas "desconocidas" —un rótulo que, afortunadamente, podemos cambiar—. Se trata de individuos que, a diferencia de nuestros amigos, no elegimos, y aunque en ciertas ocasiones estos compañeros pueden tornarse molestos o perjudiciales, en muchos casos, si somos atentos, podremos encontrarnos con humanos excepcionales.
Yo te cubro: los 7 mejores tipos de compañeros de trabajo

Por esta razón, queremos mencionar algunos de esos compañeros que todos tenemos y, de esta forma, ayudarte a discernir quiénes son los mejores compañeros de trabajo que existen.
El psicólogo

El que te escucha, te alienta, te anima, te desafía; te hace recordar tu utilidad y valor... después de una charla de 3 horas, mientras intenta hacer su (y tu) trabajo de forma correcta, escuchando (gratuitamente) a un treintañero que no discierne la diferencia entre un noviazgo sano y una hamburguesa doble con queso.
A pesar de lo impertinente de algunos pacientes, digo, compañeros, el “psicólogo” es un tipo de persona que siempre debes mantener cerca.
El skater

No importa estar sentado 8 horas de continuo y que la reunión de las 11:00 sea a solo 2 metros de distancia, las sillas tienen ruedas por una razón: deslizarnos TODO EL DÍA (girando sobre nuestro propio eje, de ser posible)... Algún día, cuando los torneos de karting usando sillas sean mundialmente conocidos, nos acordaremos de él. Un visionario.
El megáfono

—¿Me alcanzas los post-it? ¡¿Eh?! Los post-it, los necesito, ¡¿me escuchaste?!
—¡Sí! Te escuché. Como también lo hizo el resto de la oficina, el portero, la recepcionista del hotel de enfrente, y la turista pseudo-fotógrafa que trataba de encuadrar su postal… en Francia.
A no confundir: los compañeros “megáfono” son de los más sinceros y tiernos que podrás encontrar, su nivel de amabilidad es poco comprendido y directamente proporcional al volumen de su voz.
El pez globo

No molesta a nadie, casi ni interactúa; está allí, haciendo fotosíntesis, buscando su alma, pero es alguien que, sin levantar la voz, aporta muchísimo.
Muchos dirán que "no pincha ni corta", pero créeme, invade su espacio personal o házla/o enojar y verás que sí puede cortar. Aún así, si no la/lo presionas demasiado, si evitas sus espinas, llegarás a conocer a uno de los seres más maravillosos que podrás encontrar jamás; a una brújula emocional que apunta siempre hacia la calma, y a un silencio asegurado entre tanto barullo innecesario.
El Pentium II

Siempre tiene problemas de conexión. El lugar, la estación del año y la velocidad del wi-fi son indiferentes, si un ordenador no funciona, siempre es el suyo; podría ser enviado de intercambio a Corea del Sur y, sin ningún tipo de dudas, mantendría su récord en el juego del dinosaurio de Google.
El koala

La amistad entre compañeros de trabajo es real, posible y beneficiosa, pero en algunos casos, tenemos un compañero… cómo podría decirlo: pegajoso.
Vas a comer, y está en tu mesa; vas a lavar, y te alcanza la esponja; vas al baño… y comienzas el trámite para la orden de restricción.
El optimista

—¿Cómo estás hoy?
—Bien, como siempre. Necesito terminar la edición de 27 artículos, contestar 45 e-mails, desarrollar una estrategia de 5 capas, pintar el baño, recuperar horas de la semana pasada, terminar la tesis (mientras almuerzo) y mirar el último capítulo de The Walking Dead… antes de las 15 horas— respondió, con una enorme sonrisa.
—Ah, ok… ¿necesitas algo? ¿Un abrazo?
En fin, quizá conoces o eres uno de estos, o tal vez perteneces a otro tipo de compañero que no mencionamos; sea de una manera u otra, nunca lo olvides: pasamos un tercio de nuestra vida en nuestros trabajos: sé amable, siempre.






