La fiscal general Barbara Underwood emitió citaciones judiciales a las ocho diócesis en el estado para examinar si encubrieron casos de abuso sexual contra menores. El hecho se dio después de un informe que reveló actos con niños en Pennsylvania.

El cardenal Donald Wuerl fue interrumpido cuando leía el discurso sobre los abusos sexuales de sacerdotes de Pennsylvania a niños. El mes pasado, la Fiscalía General de Pennsylvania publicó un informe de un Gran Jurado sobre abusos que unos 300 sacerdotes cometieron sobre más de 1,000 niños.

La demanda fue entablada por tres hombres que alegan este tipo de abuso a manos de un sacerdote entre 1980 y 1982. La diócesis de Joliet alcanzó un acuerdo por 1,4 millones de dólares con los demandantes. Las víctimas tenían cerca de 11 años de edad cuando el prelado los abusó sexualmente en repetidas ocasiones.

La procuradora Lisa Madigan inició una investigación que busca que todos los casos de abuso infantil por parte de sacerdotes en Illinois salgan a la luz y que las víctimas reciban justicia. Madigan aseguró que habló con el cardenal Blase Cupich, quien se mostró dispuesto a colaborar con las autoridades.

El arzobispo de Chicago se refirió a las declaraciones de Carlo Maria Viganò, exnuncio apostólico en Estados Unidos, quien en una carta denunció que el papa Francisco conocía las acusaciones contra el cardenal Theodore McCarrick y que el ascenso del cardenal Blase Cupich está relacionado con un plan para mantener resguardados a sacerdotes pederastas.

En ese país, el catolicismo ha ido perdiendo terreno y una de las causas es la pederastia cometida por sacerdotes durante al menos 30 años. Los manifestantes se movilizaron por las calles de la ciudad de Dublin para denunciar al Vaticano y pedir por la protección de los menores. Aunque el papa ha expresado vergüenza por los escándalos de abusos, muchos opinan que pedir perdón ya no es suficiente.